La Fundació Miró de Barcelona recupera tras una «pequeña pausa» por la pandemia el ciclo de exposiciones en el Espai 13 del museo con la propuesta ‘Isabel‘, una instalación de Victor Jaenada en la que aborda recuerdos de su infancia.
En rueda de prensa, el director de la Fundació Miró, Marko Daniel, ha asegurado que el ciclo busca descubrir «qué se hace con la pintura» en la actualidad a través de cuatro artistas que tienen cierta relación con ella pero también una transgresión.
El ciclo ‘Salto e Inmersión’ del Espai 13, comisariado por Pere Llobera, contará con ‘Isabel’, que se verá desde este viernes hasta el 18 de abril; ‘Resurrección’ de Marcel Rubio Juliana, del 29 de abril al 3 de julio; ‘1 posesión Drift’ de Marria Pratts, del 15 de julio al 16 de octubre, y ‘Silly Simphony’ de Martín Vitaliti, del 28 de octubre al 15 de enero de 2023.
Llobera ha asegurado que los artistas rendirán «tributo al Miró pintor» en un ciclo que supone un reinicio de la programación del espacio que, ha señalado, está lleno de riesgos pero en el que cuenta con la implicación total de los artistas participantes.
Jaenada (Esplugues de Llobregat, 1977) ha explicado que la instalación supone «una traducción» de su primera vivencia al arte, y ha explicado el recuerdo de que, de pequeño, en casa de su abuela Isabel cayó el techo de su habitación poco después de que ella lo sacara cuando estaba llorando por unas formas que le asustaban.
En la instalación, Jaenada expone «unos colgantes de cuna para mayores» que retrotraen a esa experiencia infantil, a lo que se suma canciones de cuna en colaboración con el artista Marc Vives y objetos vinculados con ese episodio.
El ciclo ha reajustado su calendario al año natural, provocado por la pandemia, y en esta ocasión pone el foco en el estado actual de la práctica pictórica a través de cuatro artistas de la escena local que representan una gran diversidad de lenguajes.
‘Salto e inmersión’ debe su título, ha explicado Llobera, a la traducción que el poeta gallego José Ángel Valente hizo del poema ‘Il tuffatore’, del escritor italiano Eugenio Montale, que a su vez se inspiró en una pintura funeraria del siglo V a.C.