La Comisión Europea ha planteado este martes una estrategia para reforzar el papel de las universidades en el seno de los Veintisiete, además de mayor cooperación a nivel europeo entre centros con el objetivo de forjar más alianzas entre ellos, trabajar en grados conjuntos y ampliar el alcance del programa Erasmus.
A través de dos recomendaciones, Bruselas quiere que los Veintisiete avancen en la coordinación a nivel de educación superior con el objetivo de mejorar la adaptación de las universidades a las condiciones cambiantes en Europa y que contribuyan a la recuperación económica del continente.
«Con nuestras propuestas buscamos mayor cooperación transnacional a nivel de educación superior. Valores compartidos, más movilidad, un alcance más amplio y mayor sinergias para construir una dimensión europea de nuestra educación universitaria», ha defendido el vicepresidente de Estilo de Vida Europeo, Margaritis Schinas, en la presentación de las medidas.
Por su parte, la comisaria de Educación, Mariya Gabriel, ha tendido la mano a los Veintisiete para conjuntamente trabajar hacia campus universitarios modernos y trasnacionales que garanticen una experiencia educativa europea.
La idea es reforzar la dimensión de la educación superior y su papel en la investigación, con medidas en apoyo a las carreras académicas y de investigación, además de involucrar a las universidades en las transiciones digitales y verde, siendo actores de relevancia en este proyecto.
Europa cuenta con 5.000 instituciones de educación superior, supera los 17 millones de estudiantes y 1,35 millones de profesores universitarios. Ahora, Bruselas quiere que las universidades cooperen más estrechamente y faciliten la puesta en marcha de programas educativos transnacionales, con títulos conjuntos, así como la realización de otras actividades y el empleo de recursos de forma compartida.
FORJAR 60 ALIANZAS DE UNIVERSIDADES PARA 2024
De aquí a 2024, el Ejecutivo europeo se marca como objetivo formalizar 60 alianzas entre universidades, que impliquen a más de 500 centros, lo que promovido por programas como Erasmus facilita desarrollar una cooperación estructural y de largo alcance entre centros. La idea de Bruselas es avanzar hacia campus europeos de varias universidades que reúnan a estudiantes y profesorado de distintas partes de Europa.
Para ello, quiere dar un estatus legal a estas alianzas y se propone trabajar en esta dirección, lo que les permitiría a los centros aunar recursos y capacidades.
Otro de las iniciativas sobre la mesa será trabajar en grados conjuntos europeos, permitiendo poner en valor las experiencias transnacionales de estudiantes en este tipo de programas, así como aumentar la iniciativa del carnet de estudiante europeo, de tal forma que se avance en una tarjeta única en toda la UE, lo que mejore la movilidad de los alumnos.