Cada vez que el Ministro de Consumo Alberto Garzón habla de la industria cárnica, su nombre se viraliza para pedir su cabeza. Sus últimas declaraciones en un diario del Reino Unido, uno de los principales países a los que se importa carne española, han levantado ampollas. Garzón criticaba la calidad del producto procedente de algunas explotaciones, a las que acusaba de maltrato animal. «Encuentran una villa despoblada en España y ponen 4.000, 5.000 o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados», ha dicho refiriéndose a las macrogranjas.
Estas palabras comenzaron a circular por internet y desataron una tormenta, especialmente entre los ganaderos que se han sentido afectados por estas declaraciones. Organizaciones agrarias como UPA, Asaja o Unións Agrarias emitieron comunicados para exigir a Garzón a una rectificación o dimisión. Lo mismo ha pedido Alfonso Fernández Mañueco, el presidente de la Junta de Castilla y León al considerar que estaba atentando contra los ganaderos. En su defensa Garzón ha explicado que la información se ha difundido de forma incorrecta, ya que su crítica hacía referencia exclusivamente a la producción en masa, y mostrándose partidario de un tipo de ganadería extensivo, más tradicional y sostenible.
El Ministerio de Agricultura también se ha manifestado contra las declaraciones del Ministro y ha corregido sus palabras asegurando que tanto la ganadería extensiva como la intensiva están sometidas a controles estrictos en todo el proceso de producción. También el Gobierno ha desautorizado a Garzón, mientras que el PP exige a Sánchez su cese inmediato.
LA POLÉMICA DEL CONSUMO DE CARNE
Probablemente, Alberto Garzón ya lo veía venir, visto el revuelo del pasado mes de julio, tras unas declaraciones mucho más inocentes. El ministro de Consumo pidió en el Congreso a los españoles que redujesen el consumo de carne, tanto ppor motivo medioambientales, como para proteger la propia salud. Aprovechaba, en aquella ocasión, para recordar que según datos de la FAO, hasta el 14,5% de las emisiones de gases relacionados con el calentamiento global provienen de la ganadería. Así, invitaba a los ciudadanos a ajustarse a las recomendaciones de las autoreidades sanitarias, con lo que se reduciría un 50% de emisiones. Las reacciones fueron inmediatas y estas palabras fueron duramente criticadas pero el debate estaba ya sobre la mesa.
Ahora, la hemeroteca revela que esta posición de Garzón con respecto a la industria de la carne es relativamente reciente. Un vídeo difundido por Twitter recoge una entrevista que le realizó la periodista Thais Villas cuando todavía era diputado de Izquierda Unida y se definía como anticapitalista. En las imágenes se le ve haciendo la compra en Mercadona, colocando pizzas refrigeradas en el carro y parándose ante el frigorífico de los productos de carnicería. “¿Qué te apetece? Cinta de lomo, chistorra, osobuco…”, le decía Villas. “Filelitos”, respondía Garzón. “Filetito, filetito, vas a acabar siendo pijito”, le dice con sorna la periodista. Los comentarios a este vídeo también han sido de lo más incisivos. “Comunismo: haz lo que yo digo pero, ya vere yo lo que hago”, dice una usuaria de la red social. “Y ni por entonces comía eso. Paripé de cara a la galería, este compra en el corte inglés en la sección gourmet”, se lee en otro tuit.