Geriatras pide estudios serológicos a la población antes de que los ancianos salgan de forma controlada

El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontonlogía, José Augusto García Navarro, ha pedido al Gobierno que antes de plantearse la posibilidad de una salida controlada a la calle de los ancianos, se realicen estudios serológicos entre la población con el objetivo de saber qué porcentaje de la sociedad tiene inmunidad frente al coronavirus y, por tanto, cuántas personas han estado ya en contacto y han desarrollado el virus.

García Navarro se refiere así a la propuesta que el Gobierno podría tener sobre la mesa de permitir a las personas mayores abandonar su confinamiento durante unos minutos para salir a la calle, a dar un paseo o tomar el aire tras casi un mes y medio de confinamiento. Es la misma situación que se está planteando con los niños.

En este caso, el experto ha recordado a Europa Press que las personas mayores son uno de los colectivos más vulnerables ante esta crisis sanitaria. Por eso, además del estudio antes mencionado, también considera «muy importante» que se obtengan datos sobre «cuáles son las personas mayores que tienen el coronavirus, para poder aislarlas» y evitar que pacientes asintomáticos puedan tener contacto con otras personas de este colectivo.

Una vez establecidas estas «capas de población», según explica García Navarro, ya se podría «organizar una salida al exterior siempre de forma controlada». Esto sería: sin «grandes masas», de forma «absolutamente separa de las personas más jóvenes» por ser estas «tremendos vectores de la enfermedad», evitando aglomeraciones y siempre con protección. «Como mínimo mascarillas», apunta.

MAYORES QUE CUIDAN A OTROS ANCIANOS

Del mismo modo, pide atención a un subgrupo «muy importante» que, a su juicio, las autoridades deben tener presentes en esta crisis, y que son las personas mayores que están cuidando de otro anciano con una demencia o con trastorno del comportamiento. En estos casos, indica el experto, «les viene muy bien hacer ejercicio físico o salir al exterior y hacerlo lo antes posible».

«En cualquier caso, hasta el momento la medida que se ha demostrado más eficaz para contener la enfermedad en esta población es el confinamiento domiciliario», ha declarado García Navarro, antes se recordar que para proteger la vida de este colectivo son necesarias «vías» controladas. Porque, como recuerda el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, en la actualidad no existe «un tratamiento adecuado preventivo y tampoco vacuna contra el coronavirus».

También la Fundación Pilares para la Autonomía Personal ha realizado, a través de un comunicado, sus propuestas para un futuro desconfinamiento de los ancianos. En primer lugar, recuerdan que, como personas, tienen derechos, y creen que la protección del colectivo no debe estar sujeta a edades, sino a factores como «ciertas enfermedades, situaciones de inmunodeficiencia u otras causas vinculadas a la salud que pudieran suponer un riesgo directo de contagio. Para la fundación, establecer estas iniciativas por edad «linda con la vulneración de derechos».

NO QUIEREN PROTECCIÓN POR EDAD: ES «PATERNALISTA»

En el texto recuerdan que durante «décadas» de ha promovido el «envejecimiento activo» y que la práctica de ejercicio diario durante 30 o 45 minutos actúa como elemento preventivo en todos los casos. El confinamiento, señalan, está pasando factura al estado físico y psíquico de los más mayores, que también «sufre estrés» por la situación de encierro.

Por ello, reclaman al Ejecutivo que «tenga en cuenta la opinión de equipos multidisciplinares que, además de abordar las cuestiones epidemiológicas que indudablemente requiere la pandemia del COVID 19, se consulte a las entidades de personas mayores, a las asociaciones profesionales, fundaciones o sociedades científicas, entre otras, que centran sus actividades y su razón de ser en las personas de más edad, y se consideren también los aspectos psicológicos, sociales y los conocimientos que la gerontología y la geriatría aportan.

«Pedimos que se respeten los derechos de las personas mayores, que han sido las que más se han visto afectados por esta pandemia, y no se restrinja su salida del confinamiento con medidas diferentes al resto de la población», dicen, para denunciar que esta práctica significaría «una sobreprotección paternalista» que, a su vez, podría incurrir en «una nueva forma de discriminación».