La renovación del CGPJ, el primer paso imposible para una «gran coalición» que quiere más Casado que Sánchez

Hay un asunto que turba a la derecha más radical: que el líder del PP, Pablo Casado, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se entiendan. Hasta ahora, la estrategia del Partido Popular había sido la del choque frontal con el PSOE. Sin embargo, ahora empiezan a verse pequeños gestos que hacen temblar especialmente a Vox. Todos los analistas políticos dan por hecho que si Casado quiere gobernar tendrá que hacerlo de la mano de Santiago Abascal. Pero esto no es del todo así. Hay una tercera vía que en el PP ven con buenos ojos y que podría quitar a Casado la dependencia total de Vox. La gran coalición, es decir, que PSOE y PP lleguen a un acuerdo para gobernar, es una realidad que ve con mejores ojos Casado que Sánchez. Sin embargo, lo cierto es que ahora, en estos meses, tendrá lugar una prueba de fuego que desde Génova consideran clave para ver hasta qué nivel pueden confiar el uno en el otro. Si hay renovación del Consejo General del Poder Judicial, habrá esperanza para un pacto de Estado. O eso dicen en Génova.

El PP no lo descarta para nada. De hecho, fuentes solventes de la formación lo ven como una evolución natural porque «se hace en toda Europa. En el PSOE les cuesta más hacerse a la idea porque quienes han hablado con MONCLOA.com destacan que el carácter de Sánchez no está hecho para ser un segundón que dé apoyo a un tercero. Sea como sea, lo cierto es que lo que hace meses sonaba como algo imposible ahora tiene sentido para muchos. Desde gente de Vox hasta dirigentes de Unidas Podemos. Que Casado y Sánchez se entiendan, es decir, que haya un acuerdo de Estado entre el PP y el PSOE, sacaría del escenario político a todos los demás partidos. El primero está dispuesto a ponerse de acuerdo con el partido del segundo, pero no con el presidente del Gobierno. Desde los nacionalistas hasta los que aspiran a ser muleta de los grandes. Y esto hace temblar a más de uno que mira de reojo las conversaciones que desde hace meses han desaparecido entre los dos partidos en relación con la renovación del CGPJ.

La idea es que se llegue a un acuerdo sobre el Consejo General del Poder Judicial antes de que llegue el verano. Todo tiene que ver con que haya mayoría socialista o no en el Tribunal Constitucional, pero en cualquier caso esto es una prueba de fuego para comprobar cómo están las relaciones entre los dos partidos. Por el momento, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y el ministro de Presidencia de Gobierno, Félix Bolaños, se han entendido bien en algunos asuntos y han sido capaces de renovar el Tribunal de Cuentas y de llegar a algún que otro acuerdo. Ahora toca el premio gordo y hay algunas exigencias sobre la mesa que no todos tienen claro si se salvarán. Sin embargo, fuentes cercanas al proceso aseguran que la posibilidad de renovar el CGPJ se ha convertido en un sueño más que en una realidad. 2022 no parece haber empezado con buen pie y nadie considera (ahora) que la renovación sea posible.

El PP asegura que aún no ha visto que el PSOE haya aceptado la única exigencia que ha puesto sobre la mesa

El PP asegura que aún no ha visto que el PSOE haya aceptado la única exigencia que ha puesto sobre la mesa para acceder a renovar el Consejo General del Poder Judicial. Los de Casado exigen que se tramite una ley para que el Congreso y el Senado dejen de tener tanta mano a la hora de elegir a los vocales que componen el Pleno. Los populares aseguran a MONCLOA.com que, si se hace, ellos renovarán la casa y accederán a las demandas del PSOE. Sin embargo, estas fuentes también detallan que, por el momento, los socialistas no han dado señas de que estén de acuerdo con este trato.

Si esto sale adelante, se habrán puesto las bases para la gran coalición. Desde luego, tanto el PP como el PSOE sueñan con librarse con sus hermanos gemelos a los extremos políticos. Sánchez vería con buenos ojos no tener a Podemos en el Gobierno y el PP sueña con quitarse de encima la presión brutal que ejerce Vox sobre ellos obligándoles en ocasiones a abrazar las tesis más extremistas en detrimento de su electorado más moderado. La otra duda que asalta al PP es si el llegar a una gran coalición impulsaría a Vox en las elecciones o por el contrario reforzaría a Casado. Esto hace que el planteamiento de la gran coalición sea un acuerdo de mínimos y no de Gobierno. Los Presupuestos serían otro cantar, tal y como detallan fuentes del PP.

A Vox le conviene azuzar el fantasma de la gran coalición casi tanto como a Unidas Podemos. Lo cierto es que estos contactos y esta posibilidad se mantiene en secreto porque a ninguno de los grandes partidos les conviene lo más mínimo que se deje entrever la posibilidad de que Casado y Sánchez podrían llegar a un acuerdo. De enterarse, tanto Vox como los morados harían campaña para arañar el voto más a la izquierda y a la derecha de ambos partidos políticos. De hacerse, las fuentes dejan claro que sería con las elecciones ya pasadas y ante una situación poco sostenible en cuanto a presión por los partidos. Total, a los dos les conviene tener ese Plan B para negociar con sus respectivas muletas.

CASADO LO VE MEJOR QUE SÁNCHEZ

La otra curiosidad de la gran coalición es que el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, la ve con mejores ojos que Sánchez. Desde el PSOE aseguran que es cierto, pero por el matiz de la personalidad de Sánchez. «El presidente no soporta no ser el protagonista absoluto», detallan quienes le conocen. En cualquier caso, desde el PP no rechazan la idea, sino que la abrazan porque entienden que es lo que hacen las democracias avanzadas de la UE. Sea como sea, llama la atención entre los liberales del PP que Casado abrace esta idea más que el propio presidente del Gobierno, pues ven que es un claro «síntoma de debilidad». Pero claro, estas fuentes vienen de Sol, la región más castigada por la guerra interna que mantiene Casado con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.