El Instituto de la Mujer, directamente dependiente del Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero se acaba de gastar una buena cantidad de dinero en lo que algunos interpretan como pegatinas feministas. Concretamente, el Instituto que lleva la polémica feminista Beatriz Gimeno se ha gastado en plena pandemia por el coronavirus 225.257 euros en financiar «la gestión del procedimiento de concesión del distintivo Igualdad en la Empresa». Es decir, para otorgar a las compañías que fomenten la inclusión y el ascenso de las mujeres un «distintivo» que Montero ha denominado “Igualdad en la Empresa”.
Los que se han dado cuenta del anuncio del Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado viernes, han criticado el hecho de que Montero se haya gastado una ingente cantidad de dinero en algo que podía esperar, ya que el país está inmerso en una crisis sanitaria y económica en la que hay que priorizar gastos, y más cuando la pareja de la ministra de Igualdad, el vicepresidente Pablo Iglesias, ha aprobado una medida estrella de Podemos que costará alrededor de 5.500 millones de euros.
La descripción de la licitación que ha costado 225.000 euros al Estado asegura que ese dinero se invertirá en «apoyo para la gestión del procedimiento de concesión del distintivo Igualdad en la Empresa (DIE), de los informes periódicos a valorar durante la vigencia del contrato y la dinamización de la Red DIE». Es decir, que se gastarán dinero en dar el distintivo y en comprobar que se cumplen los requisitos necesarios una vez entregado dicha insignia que te da el honor de ser una empresa feminista.
También aseguran que esos 225.257 euros irán a la «gestión del procedimiento de concesión del distintivo “Igualdad en la Empresa” y de los informes periódicos a valorar durante la vigencia del contrato. Vamos, a los funcionarios dirigidos por Montero que controlarán que las empresas mantienen una política feminista entre sus paredes.
Quien firma la licitación pública publicada en Boletín Oficial del Estado es Beatriz Gimeno, una polémica activista por los derechos de la mujer que ha saltado a los titulares por perlas como exigir que los hombres tenían que practicar el sexo anal para llega a la igualdad entre ellos y las mujeres. Unas palabras que todavía resuenan tras sus actos.
Entre otras cosas, Gimeno ha aparecido destacada estos días de pandemia tras sugerir a los medios de comunicación que emplearan un lenguaje inclusivo a la hora de referirse a los profesionales sanitarios.
“Nos trasladan queja al #OIM: ¿Por qué muchos medios dicen “médicos y enfermeras” cuando hablan de personal sanitario o profesionales de medicina y enfermería? También nos los preguntamos. El lenguaje sexista también fomenta la segregación laboral por sexos, horizontal y vertical”, aseguran desde el Instituto dirigido por Gimeno. Pero una de las perlas más reconocidas de Gimeno fue la del sexo anal de los hombres.
“El ano es una de las principales zonas erógenas para hombres y mujeres. Especialmente para hombres. Para que se produzca un verdadero cambio cultural tienen que cambiar también las prácticas sexuales hegemónicas y hetero normativas y que sin ese cambio, que afecta a lo simbólico y a la construcción de las subjetividades, no se producirá un verdadero cambio social que iguale a hombres y mujeres”, detalló la que ahora dice que no se debe decir médicos y enfermeras.
ACLARACIÓN: La contratación de estos distintivos se anunció el 4 de febrero de 2019 y se adjudicó en octubre de ese mismo año con el Ejecutivo anterior, pero tal y como ha podido comprobar MONCLOA.COM y según fuentes cercanas al Gobierno, el equipo de Montero pudo cancelar dicha contratación hasta el último momento, ya que el contrato se ha formalizado el 17 de abril de 2020. De hecho, quien firma dicha formalización presente en el BOE es la directora del Instituto de la Mujer nombrada por Irene Montero: Beatriz Gimeno.