Podemos ha estado en el ojo del huracán en Aragón desde que Pablo Echenique se marchase a Madrid hace cuatro años. El secretario de Organización no ha podido mantener el control sobre la federación de la que fuese secretario general tras la doble derrota de su candidata afín.
Erika Sanz perdió a finales de 2015 la posibilidad de convertirse en secretaria general autonómica tras caer ante Nacho Escartín y el pasado otoño volvió a ser derrotada ante Maru Díaz, afín a la dirección de Podemos en Aragón.
La formación morada ha encauzado el timón en esta comunidad autónoma: su reciente defensa en el Parlamento de la sanidad en el medio rural o de la educación pública ha templado las aguas, hecho al que se le suma la mano tendida del alcalde maño, Pedro Santiesteve, que ha retrasado las primarias de Zaragoza en Común para integrar a los morados.
No parece fácil el acuerdo teniendo en cuenta que Podemos ha apostado fuerte en Zaragoza con la candidatura de Violeta Barba, actual presidenta de las Cortes aragonesas. Los morados podrían ir contra sus exsocios a nivel local y también rivalizarían con Izquierda Unida y la Chunta Aragonesista, con los que podría concurrir a las generales.
Nacho Escartín, el agricultor que conquistó la secretaría general de Podemos en Aragón, ha rebajado su tono en los últimos años y ha intentado tejer al partido tras los escándalos internos de los morados, especialmente la doble dimisión de Guillermo Lázaro, líder de Podemos Zaragoza, y María José Calderón, secretaria de Organización autonómica.
La pareja sentimental cargó a las cuentas del partido un viaje de placer a Nueva York, infamia por la que tuvieron que devolver el dinero y marcharse. La mano de Escartín fue crucial para que la guerra que no llegase a mayores.
El secretario general acaba de explicar que la situación interna del partido «no es todo lo buena que podría ser»y ha admitido que ha «sufrido el excesivo centralismo de nuestra organización, la cantidad de errores cometidos y la incapacidad de evolucionar hacia una herramienta más poliédrica, diversa y participada».
Escartín está molesto porque le han ‘puenteado’: «La negociación con IU y Equo ha sido en el ámbito estatal, sin contar con las necesidades o ideas que podríamos aportar desde los órganos autonómicos de Podemos». Los morados en Aragón «no han recibido ni una información de cómo se estaban desarrollando estas conversaciones, hasta conocer la pasada semana el acuerdo».
Tampoco parecen fáciles los acuerdos autonómicos después de que Izquierda Unida exigiese el puesto número dos de las listas en Zaragoza, Huesca y Teruel, aunque finalmente rebajaron las exigencias y para entonces el divorcio parecía consumado.
A nivel municipal, explica, «desde la Coordinadora y el Plenario de ZeC no se ha remitido propuesta alguna para reconducir la situación». También opina sobre la política nacional y destaca la resistencia que ha demostrado Pedro Sánchez, con el que «el PSOE recupera aire y tono de izquierdas, pero hechos, lo que se dicen hechos, muy pocos».
Más crítico se muestra con Javier Lambán, presidente aragonés y «palmero de su diosa del socialismo, Susana Díaz, que no ha dudado en encontrar en Cataluña la diana de sus dardos más grandilocuentes. El independentismo y el Gobierno de la Generalitat han sido el lugar más recurrente sobre el que el presidente Lambán ha escondido su incapacidad y falta de rasmia, y hacia donde se ha despachado con gusto, en tuits, declaraciones y discursos.
Y explica que «salimos a ganar. Con humildad y con fuerza, con ilusión y valentía. En Aragón dos diputados son 5.000 votos y creemos que si somos capaces de dar lo mejor de cada una de nosotras en estos meses, las y los aragoneses revalidarán y aumentarán la confianza en nosotras. Porque hemos demostrado que Sí Se Puede, que no robamos y que gestionamos mejor«.
Zaragoza en Común, salpicada por algunos escándalos superficiales como la gomina que cargó Pedro Santiesteve al erario público, está alardeando del saneamiento económico de la capital aragonesa, de la sostenibilidad medioambiental llevada a cabo, de la apuesta por la participación, del cambio de la política cultural y de las medidas encaminadas a favor de la memoria histórica y en contra de las inmatriculaciones eclesiales.
UNAS ENCUESTAS POCO PROMETEDORAS
Javier Lambán no tendrá fácil repetir en el cargo al frente del Gobierno de Aragón por las pésimas previsiones electorales de sus socios, Podemos, Chunta Aragonesista e Izquierda Unida. El PP quiere recuperar el trono que logró Luisa Fernanda Rudi en 2011.
Para lograrlo Luisa María Beamonte, candidata popular, tendría que necesitar del apoyo de Ciudadanos y Vox. Los naranjas tendrán como cabeza de cartel a Daniel Pérez Calvo, mientras que el partido de Santiago Abascal desvelará en los próximos días a sus diversos candidatos autonómicos.