La Policía Nacional ha localizado en la calle Ceuta del barrio del Quemadero de Almería una vivienda dedicada al cultivo de marihuana y ha rescatado del interior a una mujer que permanecía en contra de su voluntad.
Una llamada de auxilio de una mujer a Cimacc-091 en la madrugada del día 14 de abril, demandó los servicios policiales al manifestar que permanecía secuestrada en el interior de una vivienda en contra de su voluntad, según ha explicado en un comunicado la Policía Nacional.
Tras localizar la vivienda, los agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana requirieron los servicios de bomberos, quienes lograron franquear la puerta del inmueble y liberar a la mujer. Según explica la Policía, esta había acudido al lugar para saldar una deuda económica que había contraído con su secuestrador. Al no ponerse de acuerdo ambos acerca de la cantidad que debía ser entregada, «el secuestrador decidió encerrarla en el inmueble».
En el interior, y junto con la mujer liberada, compartían espacio una plantación de marihuana interior, y otro hombre, que era el encargado de la prosperidad de la misma, aportándole los cuidados necesarios que requieren dichos cultivos. Por este hecho, se ha detenido al varón, identificado como J.M.R. y de 56 años de edad.
Los agentes han intervenido 461 plantas de marihuana, varios sacos de abono y abundante material eléctrico, como lámparas halógenas, transformadores y extractores de aire. Tras la detención de esta persona, la Policía Nacional ha desarrollado averiguaciones tendentes a la identificación del propietario de la vivienda, teniendo como resultado la detención de A.R.C. de 32 años de edad también por un delito contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico, además de por secuestro y amenazas.
COLABORACIÓN
Desde el año 2016, Endesa y Policía Nacional en Almería y El Ejido, han intensificado su colaboración con el objetivo de poner fin al problema de las conexiones irregulares al suministro eléctrico, que suponen no solo un delito contra la salud pública, «sino un problema para la seguridad ciudadana y la salud de las personas que conviven o están próximas al defraudador».
Las instalaciones manipuladas no cumplen la normativa en materia de seguridad y generan «un importante riesgo no solo para aquellos que las manipulan, sino también para las personas que viven o circulan en las proximidades de esas instalaciones».