Nadie quiere acabar el tren de Navalcarnero. Ni el Ministerio de Transportes, ni la Comunidad de Madrid, ni por supuesto el Ayuntamiento de Móstoles quieren cumplir esta petición histórica de las zonas rurales del sur que demandan estar conectadas con la ciudad de Móstoles. Y es que esta promesa histórica lleva más de una década esperando que alguna administración la satisfaga, sin embargo, tanto el Ejecutivo regional como el Gobierno de España se lavan las manos y los raíles permanecen abandonados. Tampoco el consistorio municipal de Móstoles, liderado por la alcaldesa socialista Noelia Posse, ha conseguido que se termine esta infraestructura que demandan los habitantes del sur. Una vez más, el Gobierno de España le corta el grifo a Noelia Posse y deja empantanada esta promesa histórica a los ciudadanos.
La red de Cercanías de Madrid abastece con transporte los municipios de la Comunidad de Madrid y las áreas limítrofes de la región con Ávila, Guadalajara y Segovia. Este servicio ferroviario está explotado por Renfe cuyos trenes circulan por los raíles de Adif, dos empresas públicas que dependen del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno de España. Es por ello que la competencia sobre la red de Cercanías recae sobre este departamento ministerial. De este modo, la Comunidad de Madrid ha demandado al ministerio que se haga cargo de la culminación del tren de Navalcarnero, sin embargo, el departamento de Raquel Sánchez guarda silencia y ha decidido no incluir en los Presupuestos Generales del Estado para 2022 una partida para terminar dicha infraestructura.
Este último detalle ha sido denunciado por el grupo de Más País-Verdes Equo que ha registrado una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado para que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana haga un estudio para reactivar las obras de extensión del tren de Móstoles a Navalcarnero. Sin embargo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha rechazado esta enmienda dejando claro que no se hará cargo de los trabajos necesarios para acabar la infraestructura madrileña. Cabe destacar que estas obras se proyectaron en 2010, durante el mandato de Esperanza Aguirre, y que llevan paralizadas desde entonces.
También este año, Móstoles perderá de nuevo el tren. Y es que el Cercanías que conecta Móstoles con Navalcarnero sigue siendo un proyecto fallido del que nadie decide hacerse cargo. Tampoco el Gobierno de España a pesar de estar liderado por miembros del mismo partido que la alcaldesa de Móstoles. Una vez más, el PSOE da la espalda a las reivindicaciones de Noelia Posse.
el PSOE da la espalda a las reivindicaciones de Noelia Posse
MILLONES DE EUROS PERDIDOS
A parte de estar paralizada, esta infraestructura ha supuesto un autentico coladero de fondos públicos en el que se han perdido millones de euros de todos los madrileños. Las obras fueron proyectadas el Gobierno autonómico de Esperanza Aguirre y su consecución ha estado siempre manchada bajo la sombra de la corrupción que tuvo lugar en la Comunidad de Madrid durante esos años.
Además, el Gobierno regional ha tenido que sufragar el gasto de 162.495.773,41 euros a OHLA (antigua OHL) que fue la constructora encargada de unir a estas dos localidades del sur con la línea de tren. En este dispendio millonario se han incluido más de 39 millones de euros en concepto de intereses de demora. Esta partida fue dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que ha obligado al Gobierno regional a devolver esta cantidad que el Ejecutivo de Cristina Cifuentes cobró a la concesionaria entre ejecución de sus avales y penalizaciones por no terminar el recorrido.
Sin embargo, previsiblemente, la empresa concesionaria recurrirá a los Tribunales los 162 millones ya que demandaban una cantidad más elevada. La compañía ha pedido en torno a 289 millones de euros como indemnización, una cantidad que la Comunidad de Madrid está tratando de hacer descender a toda costa.
Ante este agujero y paralización de las obras, el consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, David Pérez, ha reconocido que esta infraestructura ha sido «un proyecto fallido» y ha vuelto a reclamar, una vez más, ayuda al Ejecutivo para terminar la obra ya que la ampliación de la línea C5 de Cercanías «es su competencia». Sin embargo, en el departamento de Raquel Sánchez reina el silencio y no hay ninguna inversión prevista para la culminación de estas obras que llevan paralizadas más de una década.
