El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha asegurado este sábado que se analizará «al conjunto de trabajadores y residentes» de las residencias asturianas, ahora que la presión en los hospitales es menor. Hasta hoy, ha indicado en rueda de prensa, se han realizado más de 5.500 análisis tanto a personal sociosanitario como a residentes.
Esto responde a la intención del Ejecutivo de «centrarse de lleno» en las residencias, al ser sus usuarios el colectivo «más vulnerable» en esta crisis. Al entender que las residencias de mayores son «el actual campo de batalla», después de haber superado el colapso sanitario y el desabastecimiento de material de protección, el Gobierno asturiano intensificará «más» las medidas en estos centros.
Por ahora, ha indicado el presidente, ya se ha analizado a la totalidad de residentes y personal sociosanitario en varias de las residencias asturianas, aunque hacerlo en la totalidad de centros «llevará semanas». Además se ha nombrado a un responsable sanitario en cada área sanitaria para supervisar las residencias de ancianos. Hasta ahora, 61 residencias han sido intervenidas por la Consejería de Salud y seis han sido medicalizadas debido a la propagación del virus entre residentes y personal.
Barbón ha comparecido en una rueda de prensa telemática el día después de que se registrara en Asturias el récord de fallecidos en 24 horas, con 13 decesos, cuatro de ellos entre usuarios de residencias. Ha querido en este sentido trasladar su «abrazo» a los familiares de los fallecidos, y ha destacado que esta cifra «no es menor» aunque en otras autonomías se registren más fallecidos día a día. «No son números, supone vidas rotas y familias con dolor», ha abundado.
Ante la elevada cifra de fallecidos en residencias –103 según el último recuento oficial de las 17.00 horas de este viernes–, ha reconocido que el Gobierno ha cometido «errores», aunque «desde el principio» trataron de tomar medidas para evitar la propagación en estos centros. «Cuando pase esta crisis tendremos que sacar un manual de instrucciones, un proyecto de respuesta para futuras pandemias, porque habrá más, y tendremos que sacar lecciones de la propia experiencia», ha añadido.
Por otro lado el presidente ha asegurado que el Gobierno asturiano «no tiene constancia» de haber recibido mascarillas defectuosas. «Cuando pase todo esto los gobiernos tendrán que analizar con rigor las medidas adoptadas, porque todos hemos cometido errores», ha subrayado, porque «todos» han «pecado de exceso de confianza».