El Papa ha exigido a los países europeos que cumplan con la «responsabilidad compartida» en la acogida y la integración de los inmigrantes y refugiados y que las iglesias locales participen en la acogida.
«He visto cómo sólo unos pocos países europeos están soportando la mayor parte de las consecuencias del fenómeno migratorio en la zona del Mediterráneo, cuando en realidad se trata de una responsabilidad compartida, de la que ningún país puede eximirse», ha asegurado el Pontífice.
Francisco ha presidido la audiencia general de este miércoles, en el Aula Pablo VI, donde también estaban algunos de los doce solicitantes de asilo provenientes de Chipre, acogidos por la Comunidad de San Egidio, pero cuyos gastos de manutención correrán a cargo de la Santa Sede.
Así, ha recordado que «gracias a la apertura de las autoridades italianas», y de los corredores humanitarios, pudo traer a Roma un grupo de migrantes que se encontraban refugiados en el país. Está previsto que sean medio centenar las personas que irán llegando con esta iniciativa en las próximas semanas.
«Nos haremos cargo como Iglesia en los próximos días. Es una pequeña señal que espero que sirva de estímulo para los otros países europeos para que puedan permitir a las realidades eclesiales locales se hagan cargo de otros hermanos y hermanas que necesitan urgentemente ser recolocados, acompañados, ayudados e integrados», ha asegurado.
De esta manera, durante su alocución el Papa ha instado los Gobiernos a permitir que las instituciones religiosas se hagan cargo de estas personas.