La Guardia Civil, en el marco de la operación «CARACAL», ha detenido a dos personas relacionadas con la muerte de un Lince Ibérico que fue hallado en una finca de Don Benito (Badajoz). Tras la muerte del animal protegido se encuentra una acción de caza.
El ejemplar fue descubierto parcialmente enterrado y en un avanzado estado de descomposición en uno de los dispositivos realizados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil para la búsqueda de dos Linces Ibéricos que desaparecieron en el pasado mes de enero en el Paraje Sierra de la Ortiga.
El animal fue hallado por un perro del Servicio Cinológico de la Benemérita, experto en la búsqueda de cadáveres. En ese momento los agentes del SEPRONA embolsaron al animal y lo precintaron para su correspondiente envío al laboratorio. En este se le practicó la necropsia, gracias a la cual se pudo determinar la causa de su muerte.
Tras conocerse el hecho, se llevaron a cabo las correspondientes gestiones para conocer la propiedad del acotado con el Servicio de Recursos cinegéticos y piscícolas de la Junta de Extremadura. Asimismo, se hizo lo propio con la Sección de Vida Silvestre de la Dirección General de la Sostenibilidad, que se encarga de seguir la evolución se los ejemplares de Lince Ibérico introducidos en la zona.
ACCIÓN DE CAZA SOBRE EL LINCE IBÉRICO
En un primer momento se creía que los dos linces que habían desaparecido se debía a una dispersión natural. Los técnicos que forman parte del Proyecto LIFE alertaron desconocer el paradero de ellos desde el pasado mes de enero. Por aquel entonces el seguimiento por satélite del collar, que emite señales, dejó de ubicarlos junto al resto de sus hermanos.
Tras realizarse la correspondiente necropsia en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre «Los Hornos» de Sierra de Fuentes (Cáceres), se pudo corroborar que se trataba de una acción de caza.
En el informe se indicaba que la causa de la muerte del lince fue un traumatismo originado por disparo. Además, en el cuerpo del animal se hallaron casi ochenta proyectiles de un cartucho, munición utilizada de forma habitual para la caza menor.
Por otro lado, el Centro de Análisis y Diagnóstico de Málaga, que estudió las larvas del cadáver, permitió corroborar la datación de la muerte del animal. De esta manera los agentes de la Guardia Civil pudieron ubicar en el tiempo cuando tuvo lugar la muerte del animal.
Con sendos informes, la investigación se desarrolló hasta concluir con la identificación de la persona implicada en su muerte. Además, también se pudo identificar a una segunda persona que se encargó de enterrar al animal para ocultarlo, con las indicaciones del autor.
LINCE IBÉRICO, EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
El Lince Ibérico (Lynx pardinus) es el felino más amenazado del planeta. Está catalogado como un animal en peligro de extinción por las diferentes normativas nacionales e internacionales.
El Lince Ibérico se declaró especie protegida en el año 1966. De las 31 zonas en las que habitaba este animal hasta 1960, en la actualidad tan solo hay ejemplares en 8 de ellas.
Tras esclarecer la muerte de uno de los ejemplares desaparecidos, los agentes del SEPRONA continúan con las investigaciones. De esta manera se busca dar con el otro lince no localizado, hermano del anterior. Se cree que también podría haber sido víctima de la caza ilegal.
Ambos ejemplares eran descendientes de los mismos progenitores adultos, que fueron introducidos en el «Área del Órtiga». Este medio natural fue el elegido por la Junta de Extremadura para implementar su Proyecto LIFE IBERLINCE.
El operativo fue desarrollado por efectivos del SEPRONA de Castuera y Badajoz. También ha participado un guía canino procedente de El Pardo (Madrid) junto al perro «Tiétar», especializado en detectar cadáveres. Además colaboraron técnicos medioambientales de la Junta de Extremadura.
LOS CAZADORES QUIEREN SACAR SU ESCOPETA
El confinamiento por el estado de alarma decretado por el COVID-19 ha hecho que los cazadores exijan que se les deje salir a cazar. Para ello alegan que, tras un par de meses sin cazar, el número de ejemplares jabalíes, ciervos y otras especies cinegéticas se disparará.
En este sentido, desde diferentes federaciones de caza se ha exigido al Ejecutivo y las consejerías de Medio Ambiente de las diferentes comunidades autónomas que restablezcan su actividad. Piden medidas que hagan que el mundo rural no se vea afectado en mayor medida por la crisis sanitaria por coronavirus.
Los cazadores piden que se otorguen permisos de caza con nombre y apellidos. De esta manera se autorizaría de forma nominal a los cazadores que puedan necesitarse para cada acotado, de cara al control de la población de animales cinegéticos en ellos.
Desde el partido Acción Natural Ibérica (Anatur) no quieren que sean los guardas forestales quienes se encarguen de ello. Asimismo, si no se autoriza a nadie para estas acciones, se solicitan indeminizaciones para el sector agrícola, ganadero, para los pueblos y para los titulares cinegéticos y sus arrendatarios.
INCUMPLIMENTO DEL CONFINAMIENTO
Al mismo tiempo que desde las Federaciones y organizaciones afines se pide que se permita la caza durante el confinamiento, hay quienes hacen caso omiso del mismo. De hecho, La Guardia Civil detuvo a dos cazadores el pasado 14 de abril en Cimanes de la Vega (León) por varios delitos.
Los dos varones fueron a cazar de forma ilegal, con una doble infracción grave de las alarmas sanitaria y de caza, además de la resistencia a la autoridad. Viajaban en un pequeño todoterreno y, al percatarse de la presencia policial, emprendieron la huida. Sin embargo, tras una corta persecución se quedaron atrapados al intentar cruzar un charco de grandes dimensiones.
Los agentes de la Guardia Civil del puesto de Valderas (León) procedieron a su detención. Además, en el vehículo se aprehendió un rifle de largo alcance cargado y con una mira telescópica instalada. También se incautó numerosa munición y equipos de caza y fotografía.
Los detenidos fueron propuestos para sanción administrativa por incumplir las normas dictadas por el Real Decreto 463/2020 del estado de alarma.
No obstante, este no se trata de un caso aislado. En diferentes partes del territorio nacional han sido detenidas personas que se han saltado el confinamiento para practicar la caza.