Castilla y León cuenta a día de hoy con 156 centros residenciales de los 1.214 con los que cuenta, tanto públicos como privados como de ancianos, dependientes o viviendas tuteladas, que son considerados «problemáticos» porque supera el 30 por ciento de residentes contagiados por COVID-19 o con síntomas compatibles con la enfermedad.
Así lo ha explicado la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, quien ha recordado que la Junta tiene monitorizados, a través de una aplicación, a estos 1.124 centros para conocer su evolución diaria y tomar las medidas que «sean oportunas» en cada momento y dependiendo de cada situación.
Una de las novedades que se incluye en este sistema de monitorización diario es la clasificación de estos centros en cinco grados en función del tamaño de la residencia, el grado de afectados por el COVID-19 o las necesidades de personal
Así, en el ‘grado 1’ o denominados como «centros limpios» se encuentran las residencias sin casos positivos ni fallecidos; en el ‘grado 2’ los centros que tienen menos de un 10 por ciento de afectados; en ‘grado 3’ entre un 10 y 30 por ciento de residentes contagiados; en ‘grado 4’ los centros como entre un 30 y un 60 por ciento de afectados y ‘grado 5’ con más de un 60 por ciento de los residentes afectados por el Coronavirus.
A partir del ‘grado 3’ se consideran, según la consejera, que son «problemáticas», y a día de hoy hay en grado 4 y 5 un total de 156 centros de los que en Ávila hay 12 de grado 4 y 2 de grado 5; en Burgos, 13 y 4; en León, 17 y 10; en Palencia, 9 y 2 de grado 5; en Salamanca, 12 y 10; en Segovia, 12 y 2; en Soria, 9 y 4; en Valladolid, 12 y 10 y en Zamora, seis en grado 4 y ninguna en grado 5.
Según esta clasificación, Isabel Blanco ha explicado que se actúa «en cada residencias con las medidas adecuadas a su situación» porque «no hay dos centros que sean iguales ni dos situaciones iguales», además de que permite estar pendientes de las que se encuentran en ‘grado 5’ y evitar que las que están en los grados inferiores puedan subir de estadio «adoptando medidas de forma inmediata».
Por otro lado, desde el 14 de marzo han muerto en Castilla y León 1.956 personas que vivían en residencias y que tenían coronavirus confirmado o con síntomas compatibles con la enfermedad, de las que 555 han fallecido en centros hospitalarios y 1.401 en las propias residencias.