El comisario jubilado José Manuel Villarejo declarará el lunes como investigado ante el Juzgado de Instrucción Número 49 de Madrid por presunta pertenencia a organización criminal y obstrucción a la justicia, entre otros delitos, a raíz de la querella que presentó el inspector jefe de Asuntos Internos Rubén Eladio López contra la ex cúpula policial por supuestas represalias sufridas en la llamada ‘guerra de los comisarios’.
Fuentes jurídicas han confirmado que el exagente de la Policía está citado el lunes, a las 10.00 horas, en los Juzgados de Plaza de Castilla, en Madrid. Las mismas fuentes han añadido que está previsto que el martes comparezca la mujer del comisario, Gema Alcalá.
La declaración de Villarejo se enmarca en un serie de testificales que ha celebrado la magistrada Josefa Bustos después de que la Audiencia Provincial de Madrid le ordenara reactivar la causa, iniciada con la presentación de la querella en 2018.
En este procedimiento que figuran como querelladas una veintena de personas, entre las que se encuentran el propio comisario jubilado, exresponsables de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) y Francisco Nicolás Gómez Iglesias, alias ‘El Pequeño Nicolás’.
Villarejo acudirá a Plaza de Castilla en pleno receso del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional por las piezas ‘Iron’, ‘Land’ y ‘Pintor’, por las que se enfrenta a 109 años de prisión.
ORIGEN DE LA INVESTIGACIÓN
Los hechos denunciados se remontan a octubre de 2014, cuando la Unidad de Asuntos Internos –dirigida entonces por Marcelino Martín Blas– empezó a investigar a ‘El Pequeño Nicolás’, tras conocerse que se hacía pasar por un alto cargo, para determinar si había contado con la colaboración de efectivos policiales. La ‘Operación Nicolay’ se encomendó al Grupo IX, encabezado entonces por López.
Después de la detención de Gómez Iglesias, –conforme al relato de la querella– sus declaraciones, la documentación intervenida y el desarrollo de la investigación permitieron acreditar el nexo entre ‘El Pequeño Nicolás’ y Villarejo y la vinculación de ambos a «hechos de naturaleza criminal junto a terceros».
Entonces, Villarejo se habría servido de una serie de miembros de la cúpula policial, entre los que estaría el jefe de Asuntos Internos de la Policía Nacional, Francisco Javier Migueláñez, para intentar sabotear las investigaciones de López, «boicot que con el tiempo se revelará como una acción conjunta realizada por quienes se constituyeron en organización o grupo criminal destinado a presionar, coaccionar y, en definitiva, acosar y represaliar al inspector».
En concreto, López señala a Migueláñez como uno de los responsables, junto al ex titular de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) Florentino Villabona, de que no se le concediera la plaza de jefe de grupo de Asuntos Internos, cargo que había estado desempeñando en comisión de servicios antes de incorporarse a la comisión judicial del caso ‘Nicolay’.
La denominada ‘guerra de los comisarios’ se ha investigado en varios juzgados madrileños, a raíz de distintas acciones judiciales. De hecho, Villarejo declaró ya en diciembre de 2017 ante el Juzgado de Instrucción Número 43 de Madrid por una querella del comisario Martín Blas por injurias y calumnias.
Recientemente, el propio Martín Blas ha solicitado al juzgado de la Audiencia Nacional que instruye ‘Tándem’ que sume una nueva pieza separada a las más de treinta que componen esta macrocausa para investigar en una línea propia el plan que, según denuncia, habría orquestado Villarejo para defendestrarle, precisamente, por las pesquisas que dirigía contra él.