El 29 de octubre de 2016 Pedro Sánchez anunciaba que no se daba por vencido tras dimitir como secretario general del PSOE después de que fueran derrotadas sus tesis de impedir la investidura de Mariano Rajoy para repetir elecciones.
Sánchez, al que se le presumía perdedor en unas primarias frente al ‘susanismo’, los barones y la vieja guardia, se encontró muy solo y prácticamente no recibió apoyos de los cuadros medios del PSOE. Uno de sus escasos dirigentes que le apoyó, jugándose el cargo, fue el entonces número dos de los socialistas navarros, Santos Cerdán.
Este técnico de Electrónica Industrial natural de una localidad de menos de 4.000 habitantes (Milagro) se convirtió en uno de los integrantes del equipo de Sánchez y realizó un arduo trabajo en las primarias que supusieron el triunfo del hoy presidente del Gobierno.
Así lo recordaba Cerdán en su tierra: «Yo diez días antes de las primarias le pasé unos datos a Pedro Sánchez con una estimación de voto federación por federación. Me equivoqué en 500 votos: le dije que iba a haber un 10% de diferencia, y le dije que me parecía que iba a ganar por 16.000 votos, y terminaron siendo 15.500»
Sánchez premió su fidelidad nombrándolo en 2017 secretario ejecutivo de Coordinación Territorial del PSOE, cargo al que se le añadiría la presidencia de la Fundación Pablo Iglesias. La caída de José Luis Ábalos de este verano provocó que el presidente del Gobierno lo nombrase secretario de Organización del partido.
NÚMERO TRES
Al número 3 del PSOE rara vez se le ve cómodo ante las cámaras. En La Moncloa saben que la dialéctica no es su fuerte, ya que en sus escasas apariciones públicas acumula un sinfín de polémicas. Señalan en La Moncloa que la inquietud que crean sus apariciones públicas ha motivado que un colaborador de Sánchez llegase a exclamar: «¡Qué no salga de la cocina!».
Cerdán patinó al asegurar que José Luis Ábalos había salido del Consejo de Ministros por «situaciones personales sobrevenidas,», en relación a la enfermedad de la mujer del exministro de Transportes (que hasta entonces no lo había hecho público).
Tampoco sentó bien a algunos ministros salientes su aplauso público a los cambios de carteras: «Después de lo que se ha vivido con esta pandemia, con una crisis social, económica y sanitaria, un trabajo intenso, un desgaste físico y mental, y mucha presión por intentar hacer las cosas bien, todo eso mina. Creo que era necesario hacer esa remodelación y dotar de un nuevo impulso al Gobierno de España. Y creo que ha sentado muy bien dentro del partido y de la sociedad«, aseguró.
El navarro también dejó en mal lugar a Ábalos, a Félix Bolaños y al propio Pedro Sánchez al desvelar en una entrevista concedida a Diario de Noticias de Navarra que la fallida moción de censura de la Región de Murcia fue cocinada en La Moncloa sin que Iván Redondo supiese nada. El spin doctor se ha agarrado a estas declaraciones para insinuar que dejó su labor gubernamental por sentirse ninguneado.
Cerdán también ha protagonizado otras polémicas en su tierra. La más ruidosa acabó en los tribunales después de que calificase como «fascista» al parlamentario Iñaki Iriarte, que es la cara visible del escaso centrismo que retiene UPN.
El número tres del PSOE cree que España tiene «una derecha que está echada al monte. No es como la que puede haber en Europa. Es extremista, podemos ver esa ponencia del Partido Popular donde el ex ministro Camuñas decía que no fue un golpe de Estado lo del 36 y ver sonreír al propio Casado y alabar luego la ponencia. El propio Casado en el Congreso echó la culpa de la Guerra Civil a la República y la equiparaba como si fuera lo del golpe de Estado«.
DEVOLUCIONES EN CALIENTE
El exceso que sin duda más incomodó en La Moncloa fue el que protagonizó sobre las devoluciones en caliente. Cerdán realizó una exposición en la SER más propia de una barra de bar que de un político profesional.
Y es que aseguró que «con las devoluciones en caliente se puede hacer mucha demagogia. Hablamos de intentar proteger los derechos humanos, pero en ocasiones se vulneran también los de quienes protegen la frontera. Hemos visto verdaderos ataques en la frontera. No podemos abrir las fronteras de par en par». Ferraz tuvo que levantar el teléfono para asegurar en la emisora que el Gobierno mantenía «su voluntad de acabar con las devoluciones en caliente».
LOS SOCIALISTAS NAVARROS RECUPERARON EL PODER
Cerdán es clave en el giro a la izquierda de los socialistas navarros, que recuperaron en 2019 el Gobierno de Navarra gracias a un pacto con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra (y a la abstención de Euskal Herria Bildu).
El diputado echó toda la carne en el asador para que Ferraz, esta vez, no bloquease un Gobierno progresista por cálculos electorales a nivel estatal. Y Sánchez dio el placet para hacer presidenta de Navarra a María Chivite, íntima de Cerdán.