Parece que al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, no le salen los planes ni con el Consejo Superior de Deportes (CSD). Como resumen rápido de lo que se ha recorrido hasta ahora basta con decir que hay tres clubes, Real Madrid, FC Barcelona y Athletic, que han decidido ofrecer al resto de equipos de fútbol de LaLiga una financiación paralela (proporcionada con intereses por JP Morgan, Bank of America y HSBC) para boicotear el acuerdo entre la LFP y CVC para ofrecer financiación a los clubes. Pues bien, ante la inminente puesta en marcha del plan de LaLiga, Florentino ha movilizado al CSD liderado por José Manuel Franco para que mediara entre el conflicto de intereses que hay por la financiación de los clubes y montara una reunión entre todas las partes. Sin embargo, como el presidente del Real Madrid ha visto que el CSD no se ha querido meter argumentando que no tiene competencias sobre este supuesto, ha decidido no presentarse (según una primera versión) a la reunión convocada por el Consejo Superior de Deportes después de presionar para el encuentro. Aunque otras fuentes insisten en que si el Real Madrid no se ha presentado es porque ha sido el Gobierno quien ha puesto punto y final a esa reunión para evitar más choques de los necesarios.
Florentino Pérez no ha conseguido lo que quería: que el Consejo Superior de Deportes interviniera en los planes de LaLiga en relación al acuerdo con CVC para la financiación justa y equitativa de todos los clubes. Javier Tebas, presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, ha deslizado que la razón por la que Florentino lidera a estos tres clubes en busca de una financiación paralela es por sus intereses personales (centrados en sacar adelante la Superliga) y porque quiere una liga menos justa. En cualquier caso, el nuevo paso de Florentino Pérez, de Joan Laporta y de Aitor Elizegi no ha salido como esperaban. Ellos fueron quienes presionaron al CSD para que se pronunciara y cuando supieron que no iba a hacer nada por facilitar su posición directamente han decidido no presentarse a la reunión, tal y como se ha deslizado durante la comparecencia de José Manuel Franco.
los clubes no se han presentado porque ya avisaron de que si el CSD no suspendía la asamblea de La Liga no irían
El propio Franco ha reconocido que la razón por la que los clubes no se han presentado en la reunión era porque ya avisaron de que si el Consejo Superior de Deportes no suspendía la asamblea de LaLiga no irían al encuentro. Esta asamblea que tanto preocupaba a Florentino Pérez directamente consolidaría el sistema de financiación con CVC. Y ante esto, el CSD ha asegurado no tener competencia alguna para poder intervenir dado que el proyecto LaLiga Impulso se enmarca dentro de la esfera privada de autoorganización de la patronal. Una frase que no ha gustado a Florentino dado que parece que así se va al traste su Proyecto Solidario con el que el presidente madrileño pretendía financiar con importantes intereses a los demás clubes de LaLiga.
Esta nueva realidad es una buena noticia para LaLiga y el acuerdo con CVC dado que deja claro que nadie se impondrá en la hoja de ruta de Tebas. Desde la LFP han asegurado sentirse considerablemente tranquilos dado que han informado de sus pasos al Consejo Superior de Deportes desde el minuto uno sin que hubiera ninguna respuesta negativa por parte del órgano que maneja José Manuel Franco. Y como ni a Florentino, ni a Laporta ni a Elizegi les ha gustado la respuesta del presidente del CSD, nadie se ha presentado en la reunión por la que presionaron los clubes que quieren echarse en brazos de JP Morgan, Bank of America y HSBC.
En cualquier caso, hay otras fuentes que insisten en que no ha sido Florentino quien no se ha presentado en la reunión, sino que ha sido el propio Gobierno el que no ha querido que el encuentro siguiera adelante. ¿El objetivo? Poner algo de calma en la guerra que mantienen Tebas y los tres clubes díscolos con la idea de la financiación.
LA SUPERLIGA, LA CLAVE
Muchos se preguntan a qué viene esa presión/obsesión por parte de Florentino Pérez a LaLiga, el CSD y todo lo que rodea al mundo del deporte; y sobretodo, qué ha llevado a esas extrañas parejas como la que forman el presidente del Real Madrid y el del Barcelona, Joan Laporta, a unir fuerzas para echarse en brazos de JP Morgan, Bank of America y HSBC. Y las fuentes cercanas al proceso aseguran tener claro que todo este caos navideño se debe a la obsesión que tiene Florentino Pérez por sacar adelante su Superliga: un proyecto personal del presidente del Real Madrid que augura una Champions perpetua formada por los grandes equipos de Europa con el intermediario que es la UEFA fuera de juego. Eso sí, sin ascensos ni descensos. Solo con derechos televisivos boyantes para los grandes.
Sobre qué tiene que ver la financiación paralela con la Superliga, la asociación de ideas es sencillas, según fuentes conocedoras del proceso. Para Florentino, la idea de hacer LaLiga menos sostenible y menos competitiva con el paso de los años es interesante dado que así se «forzaría» a los clubes a echarse en manos de un proyecto nuevo por la insostenibilidad económica que supondría con el paso de los años la competición deportiva. Si los clubes se endeudan más y más optarán por opciones nuevas, especialmente los más grandes. Y es ahí donde aparecerá como por arte de magia esa Superliga de la que se descolgaron todos los equipos que en un principio la vieron con buenos ojos.
Es un Juego del Calamar en el que se busca eliminar uno a uno a los adversarios que impiden que Florentino se haga con el bote y las decenas de millones de wones. Florentino Pérez necesita que los demás equipos vean su situación como algo insostenible para que se echen en brazos de su proyecto. Mientras La Liga y la UEFA sean solventes y los equipos mantengan un nivel de competitividad y solvencia alto, los planes de Florentino no tienen sentido. Pero si la ruina se apodera de los clubes… otro gallo cantaría. Y en esas está Florentino.