Baleares ha registrado, desde el inicio de la campaña de vacunación contra el COVID en diciembre de 2020, un total de 3.410 notificaciones de efectos adversos tras recibir una vacuna contra el coronavirus, la mayoría leves, según datos de la Conselleria de Salud consultados.
La Conselleria matiza que se trata de efectos que coinciden con las fechas de vacunación, pero que ello no significa necesariamente que estén relacionados con la misma. «Establecer la relación causal es competencia de los centros autonómicos y del centro coordinador de la Agencia Española de Medicamentos», han recordado.
Del total de notificaciones de acontecimientos adversos, 1.701 corresponden a pacientes vacunados con Pfizer, 764 con Moderna, 860 con AstraZeneca y 82 con Janssen. En otras tres notificaciones no se especificó vacuna.
Si estas cifras se ponen en relación con la población vacunada, la tasa más alta de efectos adversos se da entre pacientes que han recibido AstraZeneca. Del total de notificaciones, 319, un 9 por ciento del total, fueron considerados efectos graves, y 3.091, un 91 por ciento, leves.
En el conjunto de España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios había registrado hasta el 14 de noviembre un total de 50.824 notificaciones de acontecimientos adversos tras las 71.746.002 dosis de vacunas administradas frente a la COVID-19, lo que correspondería a 71 notificaciones por cada 100.000 dosis administradas.
Los efectos más frecuentemente notificados siguen siendo los trastornos generales (fiebre y dolor en la zona de vacunación), del sistema nervioso (cefalea y mareos) y del sistema musculoesquelético (mialgia y artralgia).
La mayoría de las notificaciones corresponden a mujeres (74%) y a personas de entre 18 y 65 años (87%). De las 50.824 notificaciones de acontecimientos adversos, 10.091 fueron consideradas graves, entendiéndose como tal cualquier acontecimiento adverso que requiera o prolongue la hospitalización, dé lugar a una discapacidad significativa o persistente, o a una malformación congénita, ponga en peligro la vida o resulte mortal, así como cualquier otra condición que se considere clínicamente significativa.
De las notificaciones de acontecimientos adversos consideradas graves recibidas hasta el 14 de noviembre, 346 terminaron con la muerte. La AEMPS puntualiza, no obstante, que «estos acontecimientos no pueden considerarse relacionados con las vacunas por el mero hecho de notificarse». Según la Agencia, en la mayoría de casos de muerte, el fallecimiento se puede explicar por la situación clínica previa del paciente y/u otros tratamientos que estuviera tomando.