La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha confirmado las subidas de precios de los alimentos por el «exorbitante incremento» del precio de la electricidad, que ha elevado productos básicos como la pasta, carnes como la ternera y el pollo, la leche y los huevos, cuyos precios se han incrementado hasta un 21,2%, según ha informado en un comunicado.
En concreto, la organización ha analizado el comportamiento de los precios en los últimos seis meses de una selección de 23 productos básicos de alimentación de todas las categorías, carne, frutas, verduras, bebidas, lácteos, alimentación envasada y droguería e higiene en 14 cadenas de ámbito nacional.
El informe constata que la mayoría de los productos seleccionados han subido su precio, 13 frente a 10 que han bajado. Además, la cuantía de las subidas es mucho mayor que la de las bajadas, por lo que en su conjunto el resultado es que actualmente la cesta de la compra es más cara que hace seis meses.
La margarina, la pasta, los lácteos, algunas carnes, como la de pollo y ternera, y los huevos son los productos que más han incrementado su precio, con subidas de entre un 8,3% y un 21,2% en solo seis meses.
Mientras que en el lado contrario, solo tres productos han bajado de forma notable su precio, como son la espuma de afeitar (-3,1%), las manzanas Golden (-3,1%) y las zanahorias (-9,9%).
La OCU considera que la causa principal de estas «espectaculares subidas de precios», no habituales en los últimos años, se debe a las elevadas subidas de los precios de la electricidad y los carburantes. Se trata de productos en los que la energía en sus diferentes fases de producción (elaboración, conservación, transporte y distribución) es un coste muy importante.
Además, recuerda que en algunos de estos productos se ha producido una fuerte aceleración en los últimos dos meses, lo que da pistas sobre la influencia de la subida de la energía.
La organización de consumidores advierte de que «existe un riesgo importante» de que estas subidas se generalicen a otros productos y, sobre todo, que se consoliden con el tiempo.
«Desgraciadamente, las declaraciones de distribuidores que avisan de que se van a tener que trasladar las subidas de la energía a los lineales de los supermercados, y el mantenimiento de unos precios muy elevados de la energía, auguran que la subida de los precios de la alimentación se va a prolongar en el tiempo», han señalado.
De esta forma, ha advertido de nuevo de la doble factura que supone para los consumidores el incremento del precio de la electricidad, que ha supuesto un aumento del 30% en la factura de la luz y una importante subida en el precio de los alimentos, que contrasta con los salarios que no han subido durante el periodo en la misma proporción.
Por último, la organización ha recordado que, aunque resulta difícil para los consumidores escapar a esta subida generalizada de los precios, la comparación y la elección de los establecimientos más baratos es la única forma para afrontar estos incrementos de precios.