La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha puesto en valor la disminución de los impuestos en 500 millones de euros en la ciudad durante su mandato, a lo que el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha replicado que «Madrid tiene que bajar más los impuestos, porque son más altos que en Barcelona».
Ambos han expuesto este sábado las diferencias y puntos en común entre sus modelos de gobierno, durante la sesión ‘Conurbaciones y grandes ciudades: Barcelona-Madrid’ celebrada en la XXVI Trobada d’Economia a S’Agaró (Girona), en la que también se han avenido a cooperar.
Villacís ha insistido en que han restado burocracia e impuestos tras el mandato municipal de Manuela Carmena, y Collboni ha destacado que en Barcelona se recaudan todavía menos y que la media de inversión por ciudadano es mayor porque el Ayuntamiento está menos endeudado.
Collboni ha planteado que Madrid cuenta con una ventaja competitiva frente a Barcelona por ser capital de España, pero ambas están «en un mismo tándem, pedaleando juntas» de forma cooperativa, aunque también competitiva.
En el mismo sentido, Villacís ha asegurado que «el tándem con dos ciudades tan potentes como Madrid y Barcelona funciona muy bien» y que la competencia entre ambas va a basarse en los distintos modelos de gobierno que proponen.
Así, el primer teniente de alcalde de Barcelona ha defendido un modelo socialdemócrata basado «en un progreso inclusivo solidario», mientras que Villacís considera demostrado que el modelo liberal de Madrid es el que funciona.
INVERSIÓN «EN DETRIMENTO DE MADRID»
«Me gusta mucho que haya una apuesta por Cataluña. ¿Cómo no invertir en Barcelona? Pero no se debe hacer en detrimento de Madrid», ha sostenido Villacís, algo que Collboni ha negado que esté sucediendo.
En este sentido, Villacís ha destacado «la ausencia total de nacionalismo» en Madrid y que es una ciudad libre –en relación con los derechos LGTBI–, y Collboni le ha reprochado los pactos de su partido con Vox, una formación que, a sus ojos, va en detrimento de esos derechos.
SEGURIDAD
Collboni ha puesto en valor que el equipo de Gobierno terminará su mandato con 3.500 agentes de la Guardia Urbana de Barcelona, lo que supone 2,1 agentes por cada 1.000 habitantes.
Villacís ha reconocido que Madrid tiene un déficit de 2.000 policías municipales, pero cree que, aun así, sigue siendo «una ciudad extremadamente segura».
SOSTENIBILIDAD
El primer teniente de alcalde de Barcelona ha reivindicado una apuesta del Ayuntamiento para electrificar la ciudad y ha lamentado que, a raíz de la pandemia, hay «desconfianza» ciudadana en el transporte público, que es el que contribuye a hacer más sostenible la ciudad.
Villacís se ha desmarcado de los negacionistas del cambio climático y ha asegurado que «Madrid tiene que ser una de las ciudades que lideren la transformación hacia un modelo mucho más sostenible», por lo que ha recordado la próxima creación del Bosque Metropolitano de 75 kilómetros que rodeará la ciudad.
INSPIRACIÓN DE MADRID EN BARCELONA
La vicealcaldesa ha asegurado que su programa de gobierno incluye «clarísimas inspiraciones en Barcelona» y ha alabado la sensación que tuvo cuando viajó por primera vez a la capital catalana, que considera una de las más hermosas del mundo.
«Estamos trabajando para convertir a Madrid en aquella Barcelona» cosmopolita y mucho más abierta al mundo de lo que en aquel momento lo estaba Madrid, ha añadido.
PARTICIPACIÓN EN EL IVA
Ambos han estado de acuerdo en que sus ayuntamientos adquieran una participación mayor sobre el IVA que generan, porque se están viendo abocados a financiar competencias que no les son propias, y las tienen que abordar mediante impuestos municipales.
Por eso, Collboni ha asegurado que Barcelona planteará un aumento de su participación «en la cesta de impuestos autonómicos» y también del Gobierno, para poder atender competencias en materia de vivienda, entre otras.
Villacís ha dicho que Madrid ha destinado 2.000 millones de euros a gasto social para atender fenómenos como el ‘sinhogarismo’, entre otros, y ha criticado que las ciudades han tenido «poco peso» en el diseño de los fondos europeos de recuperación.