Los agentes de la Policía Científica que han declarado en calidad de peritos en el juicio por el asesinato de María de los Ángeles a manos de su pareja en Úbeda (Jaén), en 2018, han señalado que la víctima fue objeto de un ataque «sorpresivo» ante el que «no tuvo posibilidad alguna de defensa».
Según han dictaminado durante su declaración ante el juicio que se sigue en la Audiencia de Jaén, el acusado «pilló por sorpresa» a María de los Ángeles cuando la golpeó en la sien con una plancha. Ella cayó al suelo boca abajo donde seguidamente la asfixió con una balleta. Los forenses han determinado que la causa de la muerte fue «asfixia mecánica por estrangulamiento».
Los agentes han descartado también que las lesiones por arma blanca que presentaba el acusado fueran fruto de un forcejeo con la víctima y han concluido que éstas fueron autoinflingidas por el propio acusado a la hora de reforzar su coartada de haber matado en defensa propia a María de los Ángeles o incluso a un intento de suicidio que finalmente no llevó a cabo.
Han señalado que las heridas en el abdomen del acusado «eran rasgadas y paralelas», algo que no se da durante un forcejo ni durante un ataque y además, los agujeros que presentaba la camiseta del acusado «no se correspondían con las lesiones que éste tenía».
Según la versión del acusado, fue la fallecida la que le atacó con un cuchillo de cocina, de ahí que él la golpeara con la plancha como «lo primero que se vino a la mano», para seguidamente estrangularla en el suelo ya que, según el testimonio del procesado, aún estando ella boca bajo seguía queriendo agredirle con el cuchillo.
Aunque los forenses han dejado la puerta abierta a que hubiera un forcejeo, también han contemplado la posibilidad de que las lesiones que presentaba el fallecido, «superficiales y de escasa entidad», se las hubiera hecho él mismo.
Además, los policías han indicado que fue el acusado el que cuando estaba la víctima boca abajo y «seguramente estando ya inconsciente», se subió sobre su espalda y la estranguló. En esta línea, han señalado que del examen del escenario del crimen se desprende que éste había sido «preparado» y que el cuchillo que el acusado dice que María de los Ángeles esgrimió contra él, se encontraba junto a su mano izquierda, nada extraño sino fuera porque ella era diestra.
Por su parte, la defensa ha querido apoyarse en el informe forense previo a la autopsia que determinó que la fallecida tenía lesiones en su mano y que podrían haber demostrado que María de los Ángeles hubiera agredido al acusado con un cuchillo. No obstante, los forenses han señalado en el juicio que ya en la autopsia y tras el lavado correspondiente del cuerpo, esas lesiones no eran tal y respondían a restos de sangre coagulada.
Una vez concluyan las declaraciones de los peritos, llegará el informe de las partes y seguidamente será el presidente del tribunal el que entregue al jurado el objeto del veredicto con el que deberán determinar, entre otras cuestiones, si la muerte de María de los Ángeles fue un asesinato como sostienen el Ministerio Fiscal y la acusación particular, o fue un homicidio, o el acusado actuó en defensa propia, tal y como argumenta la defensa.
La petición inicial de penas para el acusado, M.E.V., de 55 años, va desde los 32 años que pide el Ministerio Público a los 37 años de prisión solicitados por la acusación particular. Actualmente, se encuentra en prisión y fue condenado por la Audiencia de Jaén en junio de este año a 15 años de prisión por agredir sexualmente a la hija de la fallecida desde que la niña tenía ocho años y hasta que cumplió 15. La condena no es firme y está recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Ocho mujeres y tres hombres conforman el jurado encargado de emitir veredicto en este juicio que comenzó este lunes y que se espera que pueda acabar esta misma semana, dependiendo del tiempo para deliberar que precise el tribunal popular.