El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad del Gobierno de Asturias, Borja Sánchez, ha informado este lunes de que el Ejecutivo asturiano lanzará una licitación de compra pública innovadora (CPI) que tiene como reto la creación de un banco de pruebas para nanosatélites y otro de ensayos para motores de cohete. Uno de los objetivos finales es la puesta en órbita de un nanosatélite que pueda ofrecer mediciones y servicios.
Así lo ha confirmado el dirigente asturiano en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el director general de Innovación, Investigación y Transformación Digital, Iván Aitor Lucas.
El Gobierno asturiano, ha explicado Sánchez, quiere posicionar a Asturias entre las comunidades más pujantes en la industria aeroespacial de nanosatélites vinculados a la mejora de las telecomunicaciones y el despliegue de la tecnología 5G.
El propósito es abrir una nueva línea de desarrollo industrial y empresarial vinculada a las telecomunicaciones mediante nanosatélites, fijar desarrollos tecnológicos asociados a los mismos, y conseguir así mejorar la conectividad en los puntos más complicados del territorio, han explicado.
Los retos pasan por un banco de pruebas para nanosatélites, algo que consiste en aunar en un mismo equipo todas las capacidades necesarias para una simulación orbital completa, como control de orientación, simulador solar, simulador de campo magnético, vacío, o medidor de empuje para propulsión, etcétera. Este banco de ensayos servirá para desarrollar tecnología vinculada a la 5G y al internet de las cosas (IoT en sus siglas en inglés).
Otro de los retos es el banco de ensayos para motores de cohete, para obtener la capacidad para realizar pruebas de cohetes en un banco de ensayos cualificado por la Agencia Espacial Europea (ESA). El objetivo sería desarrollar un banco de ensayos que cubra las actuales necesidades del sector de pequeños lanzadores de la industria espacial.
Entre las oportunidades que la compra pública innovadora ofrece para Asturias destacan avances en la tecnología 5G, ciberseguridad, apoyo para redes de emergencia, mapeo geográfico con imágenes de alta calidad y nuevas oportunidades de negocio para las empresas.
Entre otros beneficios, según ha indicado Sánchez, esta medida permitirá atraer industria espacial a la comunidad, posicionar Asturias junto con Galicia, Cataluña, Andalucía y Madrid como autonomía del New Space, facilitar la captación de financiación europea e impulsar líneas de investigación, desarrollo e innovación de la Universidad de Oviedo. A medio plazo, la CPI también servirá como catalizadora de la inversión privada en I+D
En definitiva, se trata de convertir Asturias en una comunidad hiperconectada, donde la conexión de alta velocidad llegue al cien por cien de la población, se facilite el teletrabajo y la creación de nuevos modelos de negocio y sea «punto de referencia para nómadas digitales».
El primer paso de la CPI es el lanzamiento al mercado de los retos tecnológicos que precisa el Principado. La Consejería de Ciencia ya ha iniciado esta fase y previsiblemente la próxima semana se publicarán en el portal público los detalles de la propuesta.
Tras un periodo de diálogo abierto con potenciales empresas interesadas, el siguiente paso será la licitación para que el sector privado pueda presentar propuestas, un proceso que se prevé realizar en 2022.
FINANCIACIÓN
Paralelamente, se ha publicado un concurso para un contrato de asesoría, con una dotación de 130.000 euros, que se resolverá en las próximas semanas. La consultora adjudicataria asesorará tanto a las compañías interesadas en participar como a la Administración autonómica en el desarrollo del proceso de licitación.
En cuanto a la compra pública innovadora (CPI), Borja Sánchez ha dicho que el proyecto de presupuestos del Principado de Asturias para 2022 contemplará ya los recursos necesarios para la licitación que se produzca tras ese proceso de «diálogo» con las empresas. No ha querido concretarlo.
El director general de Innovación, Investigación y Transformación Digital, Iván Aitor Lucas, ha indicado que lo que viene a costar este tipo de nanosatélites es de entre 50.000 y 100.000 euros.