La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha asegurado este miércoles en el Pleno del Congreso que no va a presionar a Sanidad para que abrir los colegios y ha afirmado que en la evaluación de este curso escolar «la repetición» va a ser una «excepción» y no tendrá «nada que ver con las causas del coronavirus».
«Hemos hablado mucho con los consejeros y consejeras de las comunidades autónomas y estamos en línea, vamos a propiciar un gran acuerdo que proporcione certidumbre a las familias en un momento de incertidumbre, y que nos permita atravesar el fin del curso 19-20 apoyándonos también en el 20-21 para resolver, siendo la promoción la regla general y la repetición, la excepción, que nada tendrá que ver con las causas del coronavirus», ha subrayado Celaá, recordando que hoy tendrá lugar la reunión telemática de la Conferencia Sectorial de Educación.
Así se ha pronunciado durante la sesión de control al Gobierno, en respuesta a la pregunta de la diputada del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso Sandra Moneo, que ha interrogado a la ministra de Educación sobre «cuándo piensa reanudar las clases presenciales, con las máximas garantías sanitarias» pues, a su juicio, «el país no se puede permitir una crisis educativa».
Celaá ha precisado que la apertura de los colegios «no depende de Educación sino del Ministerio de Sanidad» que es «la autoridad máxima» en este momento y, por lo tanto, ha indicado que cuando les informen de que existen las condiciones para reabrir, lo harán «muy gustosamente».
La diputada del PP ha insistido a la ministra en que puede «presionar» para que los alumnos vuelvan cuanto antes a las aulas, unas declaraciones por las que la ministra Celaá la ha tachado de «irresponsable». «La deducción, el corolario de su intervención es su irresponsabilidad, ¿Considera acaso que presionar al ministro de Sanidad para que abran las escuelas puede llevarnos a una solución? Está equivocada», ha subrayado Celaá.
Preguntada sobre la brecha digital que impide que algunos alumnos sigan el curso desde sus casas, la ministra ha asegurado que están «preocupados» pero que esta brecha está detrás de otra, «una brecha social» que «no es tan fácil de resolver, que no se resuelve en 24 horas», pero ha asegurado que, en cualquier caso, están trabajando con todas las administraciones educativas «coordinadamente».