Diferentes organizaciones ecologistas han denunciado que la «complicidad» de la Dirección General de Tráfico (DGT) con el sector del automóvil bloquea la «necesaria» reforma y actualización de los distintivos ambientales para vehículos, según un comunicado conjunto de las organizaciones.
Así, Ecodes, Ecologistas en Acción, Fundación Renovables, Greenpeace y Transport & Environment (T&E) reclaman que «poco o nada se sabe» sobre los cambios que se pretenden llevar a cabo, a pesar de cumplirse la fecha fijada para su aprobación, el pasado julio de este año, y de que se han ignorado tanto la propuesta presentada en abril por las organizaciones como las solicitudes de reunión.
«Nuestra propuesta mejora y actualiza los criterios del etiquetado, revierte las deficiencias del sistema actual y sus incoherencias. La DGT no puede poner en peligro los esfuerzos para avanzar hacia una movilidad urbana eficiente y limpia que promueva una calidad del aire adecuada y la protección de la salud por el simple hecho de anteponer intereses empresariales», ha denunciado el responsable de proyectos de Ecodes, Cristian Quílez.
En este sentido, la co-coordinadora de transporte de Ecologistas en Acción, Carmen Duce, ha detallado que la propuesta «se centra en incluir las emisiones reales de dióxido de carbono (CO2), reservar la etiqueta ‘Cero’ a los vehículos sin emisiones y eliminar la «confusa» etiqueta ‘ECO’, que actualmente beneficia al gas y a los todocaminos híbridos, sustituyéndola por una ‘D’ coherente».
Para las organizaciones, su paralización y la falta de diálogo y transparencia está poniendo «en riesgo» la descarbonización y el proceso de transformación y transición del sector del transporte y la movilidad, cuyos principales impactos son la mejora de la calidad del aire en las ciudades y la protección de la salud de la ciudadanía.
A este respecto, desde la DGT, según las asociaciones, solo se conocen las declaraciones del director de la institución, que hacen referencia a la «paralización del proceso por falta de acuerdo», y las presiones públicas del sector del automóvil que piden que se dejen tal y como están.
La directora general de la Fundación Renovables, Raquel Paule, ha incidido en que no se puede perder esta oportunidad para obtener ciudades más resilientes, con una mejor calidad del aire que no ponga en peligro la salud. «Por este motivo alzamos la voz para exigir una acción coordinada entre las instituciones gubernamentales que doten de sentido común y veracidad a la movilidad urbana con este nuevo etiquetado», ha subrayado.
Asimismo, dichas organizaciones esperan que la DGT envíe un mensaje «rotundo» sobre la nueva movilidad urbana. «Las ciudades son clave para cumplir este objetivo, fomentando la movilidad limpia y activa, el transporte público, la reducción del vehículo privado, etc. Reformar coherentemente el sistema de etiquetas es de vital importancia para acompañarlas en este proceso, generando claridad, un cambio de hábitos y haciendo que sean una referencia efectiva», explica el coordinador de la campaña de movilidad de Greenpeace, Adrián Fernández.
Por su parte, el experto en políticas de Transport & Environment España, Carlos Bravo, ha calificado como «absurdo» que la DGT, que no es un órgano ambiental, «esté suplantando al Ministerio para la Transición Ecológica en la labor de rediseñar el sistema de clasificación ambiental de los vehículos, que es una herramienta fundamental para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte y mejorar la calidad del aire».
«Este Ministerio es el que tiene las competencias legales en esas materias y por lo tanto debería coger la sartén por el mango en este asunto sin más dilación», ha señalado.