El Gobierno de Reino Unido ha solicitado formalmente a la Autoridad de los Mercados y la Competencia (CMA, por sus siglas en inglés) que abra una investigación en profundidad de segunda fase en relación a las implicaciones para la seguridad nacional de la compra del fabricante de semiconductores ARM por parte de Nvidia.
El procedimiento para recibir el visto bueno del regulador de Competencia de Reino Unido es largo y complejo en el caso de las fusiones y adquisiciones más problemáticas y conlleva varias fases. La revisión de la compra de ARM por Nvidia empezó formalmente el 6 de enero de 2021, tres meses después de que las compañías anunciaran el acuerdo.
El 19 de abril, el Gobierno decidió intervenir en la investigación y solicitó a la CMA que revisara el acuerdo por sus implicaciones para la seguridad nacional, ya que el organismo solo actúa en términos de Competencia a menos que lo solicite el Ejecutivo. El 20 de agosto el regulador concluyó la fase uno de la investigación y determinó que necesitaba una investigación en profundidad por las implicaciones para la competencia del acuerdo. También remitió al Gobierno un informe sobre las implicaciones de seguridad nacional para que decidiera si la investigación en profundidad de segunda fase también tenía que incluir ese aspecto.
El anuncio del Gobierno británico de este martes es la respuesta a ese informe del pasado agosto. Así, la CMA tendrá que realizar la investigación en profundidad tanto en términos de competencia como de seguridad nacional.
La secretaria de Estado británica para Digital, Cultura, Medios y Deportes, Nadine Dorries, ha subrayado que ARM ocupa un «lugar único» en la cadena de suministros tecnológica global. «Debemos asegurarnos de que las implicaciones de esta transacción son totalmente consideradas», ha indicado.
Al concluir la fase uno de la investigación, la CMA determinó que el acuerdo planteaba «serios problema de competencia» en cuatro mercados: centros de datos, videojuegos, Internet de las cosas y vehículos autónomos.
Esta segunda abarcará un periodo de 24 semanas de investigación, aunque es extensible a otras ocho semanas adicionales. Al finalizar, remitirá un informe a la secretaria de Estado que tendrá que decidir las medidas compensatorias a adoptar por las compañías en caso de oponerse al acuerdo corporativo.
En septiembre de 2020, Nvidia acordó comprar la mayoría de la británica ARM al conglomerado japonés SoftBank por 40.000 millones de dólares (35.232 millones de euros). La firma nipona acordó permanecer en el capital de ARM con una participación minoritaria por debajo del 10%.
Nvidia es uno de los principales fabricantes de tarjetas de vídeo y chips gráficos, mientras que ARM se especializa sobre todo en la fabricación de procesadores y otros circuitos integrados. Con la adquisición de la firma británica, Nvidia espera incrementar todavía más su tecnología de inteligencia artificial (IA).