Las políticas del Ministerio de Igualdad de Irene Montero inundan la educación superior. Esto es lo que ocurre en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en la que hay vigente una Unidad de Igualdad dedicada a promocionar encuentros, seminarios y hasta becas solo para mujeres. Este departamento se encarga de organizar actividades enfocadas para estudiantes femeninas en detrimento de los alumnos hombres que, en algunos casos, no pueden incluso participar en estas iniciativas proyectadas por la Unidad de Igualdad de la universidad madrileña. Asimismo, también se han lanzado becas a las que solo pueden optar mujeres, según los estudiantes de la UPM.
La Universidad Politécnica de Madrid es uno de los centros de referencia para el estudio de ingenierías en España. Este centro universitario público fue fundado hace 50 años y cuenta con más de 30.000 alumnos cuya mayoría son hombres. Es por ello que para favorecer las políticas de igualdad de género se decidió crear esta unidad que segrega al alumnado por su sexo en algunas ocasiones.
Según consta en la web oficial, la Unidad de Igualdad se encarga de elaborar, implantar, hacer el seguimiento y evaluar los planes de igualdad en la universidad madrileña; informar y asesorar a los órganos de gobierno de la Universidad en materia de políticas de igualdad; apoyar la realización de estudios con la finalidad de promover la igualdad de género; y fomentar el conocimiento en la comunidad universitaria del alcance y significado del principio de igualdad mediante la formulación de propuestas de acciones formativas. Asimismo, la Unidad de Igualdad de la UPM lanza sus propios cursos de formación dedicados a las estudiantes femeninas. Entre ellos se encuentran un título de Especialista en Género y un título propio de Experto en Mujer y Deporte, ambos subvencionados pro la Comunidad de Madrid en su práctica totalidad gracias a fondos europeos.
la Unidad de Igualdad de la UPM lanza sus propios cursos de formación dedicados a las estudiantes femeninas
Pero la Unidad de Igualdad de la Politécnica abarca mucho más. Desde este departamento universitario se organizan conferencias, cursos y seminarios en colaboración con empresas del sector dedicados a las estudiantes chicas que son también de interés para el alumnado masculino. También desde la Unidad se realizan eventos y congresos hechos para mujeres con jornadas dedicadas a la ciencia en clave femenina.
TODAS LAS UNIVERSIDADES TENDRÁN QUE TENER UNA UNIDAD DE IGUALDAD
Pero la Universidad Politécnica de Madrid no es el único centro de estudios superiores que cuentan con una Unidad de Igualdad de Género. De hecho, el texto legislativo que están tratando de implantar desde el Ministerio de Universidades trata de abordar la modernización de los centros universitarios desde una perspectiva de género. La ley propuesta por el ministro Manuel Castells trata de dar más protagonismo a las mujeres en el ámbito universitario.
Según el texto legislativo de Castells, todas las universidades deberán crear unidades de igualdad de género. Las que ya las tienen tendrán que impulsar las políticas feministas desde este área y las que no tendrán que organizarse para crear estas nuevas Unidades de Igualdad. Según indica el borrador de la ley gubernamental, estas unidades serán las “encargadas de coordinar y transversalizar el desarrollo de las políticas universitarias de igualdad entre mujeres y hombres, así como de la inclusión de la perspectiva de género en el conjunto de actividades y funciones de la universidad”.
Asimismo, los campus universitarios deberán tener un plan de igualdad de género de política universitaria, otro de igualdad de género de recursos humanos, un protocolo contra el acoso sexual y por razón de sexo, así como un registro retributivo del conjunto del personal contratado y funcionario para reducir la brecha salarial. En este último ámbito, el borrador de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) propone que las mujeres tengan prioridad frente a los hombres a la hora de trabajar en las universidades públicas españolas. El borrador dice que cuando haya dos candidatos en «igualdad de condiciones de idoneidad», tengan «preferencia» para ser contratadas «las personas del sexo menos representado» en el cuerpo docente o categoría de que se trate, es decir, las mujeres en la inmensa mayoría de los casos.