El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha sumado hoy dos «aliados de peso» en su reclamación de incluir a la Comunidad Autónoma en el Corredor Ferroviario Atlántico, petición que desde ayer defiende en Bruselas ante los principales líderes comunitarios. Se trata de Josep Borrell, alto representante y vicepresidente de la Comisión Europea, y Margaritis Schinas, también vicepresidente del órgano de gobierno de la UE y responsable de la cartera de ‘Promoción de nuestro modo de vida europeo’.
Así, según ha informado el Ejectivo regional, Borrell, Premio Beato de Liébana en 2018 y amigo personal de Revilla, se ha comprometido a mediar directamente con la comisaria de Transportes, Alina Valean, y a reivindicar la conexión con el Arco Atlántico a través del ferrocarril Santander-Bilbao, mientras que Schinas va a apoyar «a tope» esta petición «de pura lógica» de Cantabria.
«Nos ha dicho que va a encontrar aliados, que los tiene en la misma órbita de pensamiento, y que nos vayamos tranquilos a Cantabria», ha asegurado el presidente regional tras la reunión mantenida con el mandatario griego, que ha calificado como «muy reconfortante».
Sin embargo, el «jarro de agua fría» ha llegado en el tercer encuentro de la mañana con Pablo Fábregas, responsable de la Política de Redes Transeuropeas de Transportes e Inversiones, que le ha trasladado que la Comisión no tiene intención de modificar «ni un ápice» la planificación de 2014 que excluyó a Cantabria de esta red básica. La explicación que ha recibido Revilla, que los recursos son «escasos» y múltiples las peticiones.
«Aparentemente, no ha debido de entender muy bien las razones de peso de Cantabria, que son brutales en cuanto a la reducción del tráfico de camiones y de coches por carretera, que es el objetivo que ahora se marca la Unión Europea», ha deducido el presidente cántabro, quien, no obstante, ha anunciado una «dura batalla» frente a quienes se muestran reticentes a atender la demanda de la Comunidad Autónoma.
Una «lucha» -ha añadido- no solo de Cantabria, sino también del Gobierno de España, que ya ha garantizado su respaldo a la iniciativa, y de los «muchos aliados» que ha conseguido el jefe del Ejecutivo regional en estos dos días en Bruselas, entre ellos la Representación Permanente de España ante la UE y los eurodiputados españoles Izaskun Bilbao (PNV, RENEW EUROPE), Luis Garicano (Cs, RENEW EUROPE), Isabel García Muñoz (Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas) y Pablo Arias (PPE).
Según ha explicado, la reunión con los representantes de los grupos políticos fue «un éxito» y los tres primeros dieron su apoyo «sin fisuras», mientras que el integrante del Grupo Popular Europeo se comprometió a estudiar el proyecto ferroviario entre Santander y Bilbao y se sumará a la causa «en cuento vea que es bueno para Cantabria».
«Que no desprecie la capacidad de lucha que tiene esta región para trabajar los temas que considera justos y este es uno de los más justos que he defendido en mi vida», ha espetado Revilla a Fábregas.
Pese a todo, el presidente ha salido relativamente satisfecho -«ha habido de todo»- de estos encuentros que han marcado la agenda matinal de su segundo día en la capital belga y en los que ha estado acompañado por la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández, y la directora de la Oficina de Cantabria en Bruselas, Inma Valencia.
Revilla proseguirá esta tarde la ronda de contactos al más alto nivel en el corazón de las instituciones europeas con el jefe del Gabinete de la comisaria de Cohesión y Reformas, Hugo Sobral, y concluirá su viaje con una reunión con la comunidad cántabra residente en Bruselas, a la que asistirá también la embajadora de España en Bélgica, Beatriz Larrotcha.