El Congreso rendirá tributo el miércoles a Landelino Lavilla guardando un minuto de silencio antes del Pleno del control y más adelante, cuando las circunstancias lo permitan, organizará un acto para homenajear a quien fue su presidente entre 1979 y 1982, fallecido este lunes a los 85 años por causas naturales.
La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, ha anunciado su intención de proponer este martes a la Junta de Portavoces que la sesión plenaria del miércoles, a la que sólo asistirán medio centenar entre diputados y miembros del Gobierno, arranque con ese recuerdo al exdiputado de la Unión de Centro Democrático (UCD) que estuvo al frente del Congreso durante el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 y bajo cuya presidencia se aprobó el Reglamento de la Camara, aún vigente.
«Lamentablemente, la actual emergencia sanitaria nos impide ofrecer las dependencias del Congreso para instalar la capilla ardiente«, se ha lamentado Batet a través de un mensaje publicado en su cuenta Twitter, recogido por Europa Press.
Siguiendo las recomendaciones del Comité de Seguridad y Salud de la Cámara, el pasado 10 de marzo, la Mesa del Congreso suspendió todas las actividades extraparlamentarias que conllevaran afluencia de personas, pero, en cuanto se puedan retomar las actividades habituales se organizará ese evento para honrar a Lavilla.
Ese es el compromiso que Batet ha adquirido con la familia del fallecido durante la conversación que ha mantenido con Juan José Lavilla, uno de los hijos del que fuera también ministro de Justicia en el primer Gobierno de Adolfo Suárez y una de las figura clave en la Transición de la dictadura a la democracia.