La vista del juicio por el asesinato del concejal de Llanes Javier Ardines en agosto de 2018 ha comenzado este martes 2 de noviembre en la Audiencia Provincial de Oviedo. Será un jurado, conformado el pasado viernes, el que decida sobre la culpabilidad de los acusados. En el banquillo se sientan cuatro hombres. Uno de ellos, P.N. cuya mujer, según el ministerio fiscal, mantenía una relación con el fallecido.
Se trataba de una relación desde la adolescencia, que duraba ya más de 30 años cuando se cometieron los hechos y se desarrollaba en Llanes, donde vivía Ardines y a donde P.N. se desplazaba sobre todo en periodos vacacionales, ya que vivía junto a su familia en el País Vasco. Los dos mantenían esta relación de forma encubierta y al margen de sus respectivos matrimonios.
Considera probado el fiscal que el acusado P.N., descubrió el idilio en diciembre de 2017, tras grabar con su móvil una conversación entre su esposa y el fallecido.
Según el Ministerio Público, en el mes de julio de 2018, el acusado ante la proximidad de la época estival y sabedor de que su mujer pasaría el verano en una casa familiar próxima a la de la víctima tomó la decisión de acabar con la vida del concejal y para ello contactó con el también acusado J. M., a quien pidió que buscase a personas que pudieran ejecutar los hechos.
Así, J.M. planteó el encargo al tercero de los acusados M.K, quien, tras una reunión en la que se llegó a un acuerdo sobre el precio a pagar, decidió actuar conjuntamente con un cuarto acusado, D.B.
En la madrugada del día 16 de agosto, sobre las cuatro y media de la mañana los acusados M.K. y D.B. llegaron a Belmonte, cerca de donde vivía Ardines, y colocaron vallas en la carretera. Lo hicieron de forma que impedían el paso de cualquier vehículo, para asegurarse de no fallar e incrementar el tiempo disponible para abordar a Javier Ardines. Los acusados se habrían escondido tras un muro y matado a Ardines.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato del que P.N. participaría en condición de inductor, el acusado J.M. en condición de cooperador necesario, y los acusados M.K. y D.B., en condición de coautores. Solicita que se condene a cada acusado a 25 años de prisión.
CONMOCIÓN EN LLANES
El asesinato de Javier Ardines produjo una fuerte conmoción el el municipio de Llanes y en toda Asturias, con meses sin que se conociera el móvil, lo que propició muchas hipótesis, incluido que le hubiesen matado por razones políticas.
La Unidad Central Operativa (UCO) se implicó en una investigación marcada por el silencio. Finalmente fueron enfocando sus actuaciones en el entorno personal y consiguieron resolver el caso tras meses de investigación, deteniendo a los presuntos implicados. Algo más de tres años después del suceso arranca el juicio en Asturias.