Este 29 de octubre se cumplen 30 años de que una nave espacial sobrevolase por primera vez un asteroide. La sonda Galileo pasó a 1.600 kilómetros del asteroide Gaspra a 8 kilómetros por segundo.
El polo sur del asteroide no estuvo a la vista durante aquel sobrevuelo de 1991, pero Galileo envió a la Tierra 57 fotografías del 80% restante de la superficie. La imagen más cercana fue tomada a 5.300 kilómetros de distancia y la mejor imagen tiene una resolución de 54 metros por píxel.
Debido a que la posición de Gaspra solo era conocida antes del encuentro con una incertidumbre de unos 200 kilómetros y el campo de visión de la cámara de unos 5 grados, los controladores de la Galileo no sabrían donde apuntar para tomar imágenes del asteroide una vez que la sonda superase el umbral de los 70.000 kilómetros de distancia.
Este hecho hacía que, a priori, el encuentro no fuese muy interesante desde el punto de vista científico. Con el fin de superar este problema, el equipo de la sonda Galileo llevó a cabo una pionera campaña de navegación óptica para reducir la incertidumbre de la posición de Gaspra consistente en la utilización de las imágenes tomadas durante la aproximación al asteroide.
El éxito de la campaña permitió que se consiguieran fotografías desde una distancia de 5.300 kilómetros, aunque a esa distancia tan próxima la posición del objetivo no era todavía lo bastante precisa. Desde este éxito, los sobrevuelos de asteroides han utilizado técnicas de navegación óptica similares.
Gaspra es un asteroide del tipo S cuya órbita se encuentra en el borde interior del cinturón de asteroides. Presenta una forma triaxial no simétrica en torno al eje de rotación. Tiene unas dimensiones aproximadas de 20 x 12 x 11 kilómetros, informa Wikipedia.
Fue descubierto por Grigori Neúimin el 30 de julio de 1916 desde el observatorio astrofísico de Crimea en Simeiz y bautizado con ese nombre en referencia a Gaspra, una localidad turística de la zona.