lunes, 25 noviembre 2024

La AN juzga este jueves a un acusado de ensalzar a DAESH

La Audiencia Nacional juzga este jueves a Abdessamad E.M., un hombre acusado de ensalzar a DAESH y de difundir imágenes sobre el yihadismo violento y radical con la finalidad de difundirlos a terceras personas y lograr la implantación del Estado Islámico «mediante el uso de la violencia indiscriminada para generar terror».

En su escrito de conclusiones provisionales el Ministerio Fiscal solicita una pena de dos años y tres meses de prisión y multa dequince meses con una cuota diaria de seis euros por el delito de enaltecimiento terrorista. Alternativamente, el Ministerio Público propone que sea condenado a dos años y tres meses de prisión por el delito de auto adoctrinamiento terrorista.

Además, el fiscal interesa las penas de inhabilitación absoluta, inhabilitación especial para profesión u oficio educativos, en los ámbitos docente, deportivo y de tiempo libre, por un tiempo de 10años. Adicionalmente, pide la medida de libertad vigilada de tres años.

La Fiscalía considera que Abdessamad participaba en redes sociales como Facebook mostrando su posición radical afín a los postulados yihadistas violentos. «Dichas publicaciones las hacía con la finalidad de difundir el ideario violento de la organización terrorista DAESH y lograr que esta organización consiga su objetivo de instaurar violentamente un califato universal regido por la sharía (ley islámica), al tiempo que ensalzaba a la citada organización y sus postulados», recoge el escrito.

INMERSO EN UN «PROCESO DE RADICALIZACIÓN»

El acusado habría ido un paso más allá llegando a hacer entrega del azaque o el zakat, una especie de limosna o donación económica. Abdessamad hizo envíos por valor de 106,10, 146,10 y 51,10 euros a una tercera persona que le había trasladado las condiciones para el establecimiento de un Estado Islámico.

Además, los investigadores descubrieron que el acusado realizó enseptiembre y diciembre de 2018 sendos envíos de 296,10 euros al titular de un teléfono móvil que contaba con dos perfiles en redes sociales con iconografía yihadista.

Asimismo, también se encontraron en su teléfono descargas de archivos multimedia de imagen, audio y video que reflejaban la actividad de Abdessamad, «afín a la radicalidad religiosa e inmerso en un proceso de radicalización dirigido a lograr la implantación de la sharía mediante el uso de la violencia».

Entre sus publicaciones en redes destacan once imágenes del Comité Conjunto para la Defensa de los Detenidos Islamistas, una organización con implantación en Marruecos en la que desde al menos el año 2012 se integraban yihadistas marroquíes que habían participado en los conflictos de Afganistán e Irak y militantes que se incorporaron a las actividades del Estado Islámico en Siria.