El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha insistido este miércoles en que «banalizar el mal es decir que ETA está viva» por lo que ha pedido dignificar la idea de libertad y considera que «los países que tienen las democracias más saludables son los que tienen la capacidad de integrar, incluso a los que fueron enemigos».
Así lo ha expresado Zapatero, durante la jornada que el PSOE ha organizado en la Asamblea de Madrid, ‘Diez años del fin de ETA: Regeneración y memoria democrática’, donde recuerdan la necesidad de mantener viva la memoria de las víctimas.
En ella, ha participado también el portavoz del PSOE y secretario general, Juan Lobato; la presidenta del Grupo, Hana Jallol; y el secretario de Estado de relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, Rafael Simancas.
«El mayor avance en favor de la libertad fue el final de la violencia de ETA. La sociedad vivía amenazada porque intentaban matar la libertad. El daño causado es irreparable para las familias y para las víctimas. Una democracia digna y un país que cree en sí mismo tiene que establecer un contrato social de reconocimiento, homenaje y recuerdo a las víctimas del terrorismo», ha trasladado Zapatero, al tiempo que ha recordado que cuando él fue presidente del Gobierno hubo menos víctimas mortales.
A su juicio, España tuvo un Gobierno «decente que pudo contribuir al fin del sufrimiento» y considera que «la palabra, el diálogo y las ideas son la esencia de la democracia». Por ello, ha vuelto a advertir de que «la banalización del mal» comporta «riesgo» porque es decir «que ETA sigue viva».
«Esto es la angustia de mi vida. Cuando uno se compromete con gobernar tiene un primer mandato: salvar vidas. Una fuerte concepción de la democracia es que puedes contribuir al fin de la violencia, hacer que aquellos enmienden y rechacen esa posibilidad no es que les haga mejores pero sí hace más fuerte la prevención de cualquier conato de violencia», ha defendido el expresidente del Gobierno de España.
DE AQUÍ A DIEZ AÑOS «HAY UNA GRAN TAREA PENDIENTE»
Zapatero ha indicado que de aquí a diez años «hay una gran tarea pendiente», que es la de avanzar en la «reconciliación y la coexistencia política». «La democracia es generosidad, no existiría la democracia si la historia no hubiera permitido que las palabras perdón, reconciliación y generosidad inundasen los corazones humanos. No hay país ni historia que no tenga detrás el desgarro de la violencia de una u otra manera, pero los países que tienen las democracias más saludables son los que tienen la capacidad de integrar, incluso, a los que fueron enemigos, desde el respeto a la Justicia pero con la mirada amplia», ha esgrimido.
Además, ha apuntado que desde que se produjo el fin de la violencia de ETA el independentismo en Euskadi descendió un 45%. Todo ello, lo lograron, a su juicio, «con comprensión ni apoyos» por parte de los partidos de la oposición.
A continuación, se ha dirigido al portavoz del PSOE en la Asamblea y secretario general, Juan Lobato, a quien le ha sugerido que tienen que «dignificar la idea de la libertad, hacer que la política sea de liberalización, sin insultos y contribuir a que las ideas abran paso, recuperar la democracia para que se funda en parámetros de racionalidad, con hechos básicos y objetivos aceptados por todos».
«Aquellos que niegan todo acaban negándose a sí mismos. Me importa que la calidad de las prácticas democráticas sean esenciales. La paz es la tarea. Podemos decir que llevamos 10 años de paz definitiva; tomemos conciencia y contribuyamos a ese futuro inequívoco, con generosidad y humildad. Hicimos lo que teníamos que hacer, cumplimos con España, el derecho a la vida y los derechos humanos», ha zanjado el expresidente.