La Agencia Negociadora del Alquiler ha confirmado que los primeros efectos de la recientemente aprobada Ley de la Vivienda ya se han hecho notar, ya que el número de sus clientes que van a dejar de alquilar sus viviendas para ponerlas a la venta ha aumentado.
«Si hoy mismo se aplicaran las medidas que contiene este anteproyecto de Ley de Vivienda, el pequeño propietario sabe que tiene sobre su alquiler una espada de Damocles en forma de área tensionada que le puede caer en cualquier momento para cortar de raíz la rentabilidad en el alquiler», ha señalado el director general de la agencia, José Ramón Zurdo.
«Cuando el pequeño propietario consiga salir del área tensionada, porque así lo ha decidido la Administración de turno, este podrá comprobar, tristemente, que su alquiler ha quedado totalmente desfasado en comparación al coste de la vida, y como consecuencia, miles de propietarios sacarán sus viviendas del alquiler, como ya nos lo están comunicando, para venderlas o cerrarlas», ha advertido Zurdo.
«Esta no es una Ley de Vivienda para mejorar el mercado de arrendamientos urbanos, sino que es una Ley reguladora y sancionadora», ha señalado la firma que señala una clara «vocación intervencionista», con medidas que prevén afecten negativamente al propietario particular, y gravemente a los grandes tenedores de vivienda y empresas que se dedican a generar oferta de vivienda en alquiler.
La agencia considera que, además, la ley va a crear un mercado del alquiler a dos velocidades, uno con zonas tensionadas donde la oferta va a disminuir notablemente y donde los precios quedarán estancados y desfasados con el resto de zonas de libre mercado y otras zonas de mercado libre, pero con la incertidumbre que una decisión política las convierta en tensionadas y por lo tanto un mercado intervenido.
Según la firma, esta Ley «empieza la casa por el tejado y además es cien por cien ideológica, puesto que quiere regular, controlar e intervenir el mercado del alquiler, asumiendo públicamente que no tienen las herramientas adecuadas, como son: un índice de precios de referencia fiable, y los datos y fuentes necesarios y actualizados para declarar una zona como tensionada».