No ha tardado ni dos días. El flamante secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, ha encendido los ánimos nada más llegar al cargo. Lo primero que ha hecho ha sido apartar a Hana Jalloul de la portavocía del partido en la Asamblea para ponerse él en el puesto. Esta decisión tiene dos consecuencias, cobrará más dinero (mucho más) y tendrá muchas más visibilidad para intentar ser el nuevo candidato del PSOE para la Comunidad de Madrid. Y lo segundo que ha hecho es avisar a los suyos de que no se hagan ilusiones dado que colocará a muchos perfiles «independientes» en puestos de responsabilidad del PSOE de Madrid. Vamos, amigos que no son del partido, algo que ha encendido una revolución en los grupos de Whatsapp del PSOE-M y que deja entrever que Lobato no premiará a quienes le apoyaron, sino a los amigos.
El perfil de Lobato despertaba muchas simpatías porque muchos socialistas madrileños entendieron que era la candidatura oficialista (razón por la que ha salido adelante con el 60% de los votos). Es cierto que perfiles como el de Mercedes González, delegada del Gobierno en la capital, le apoyaban, pero también que a Ferraz y a Moncloa no les ha preocupado lo más mínimo lo que ocurriera con el PSOE-M. Sea como sea, Lobato ha sido el ganador ante un Javier Ayala que arrancó con mal pie y ya ha sido capaz de generar un incendio en el partido por sus dos movimientos interesados. Los suyos no dan crédito y quienes apoyaron a Ayala están con palomitas viendo cómo la ambición de Lobato se ha comido a medio partido en tan solo dos días.
El secretario general del PSOE de Madrid tiene claro que tiene que ser él el portavoz, el candidato y el secretario general. Es algo así como el absolutismo socialista. Algunos creen que el perfil de Lobato es algo más avanzado en el tiempo (por establecer una comparativa) y hablan de despotismo socialista con lemas del tipo «todo para el partido, pero sin el partido», pero lo que queda claro es que Lobato no contará con gente de la formación socialista en exclusiva para ocupar cargos relevantes como la candidatura a según qué municipios. Quiere «independientes» que, probablemente, contarán con el visto bueno de Lobato por su relación anterior.
Los primeros pasos de Lobato para solucionar los problemas de los madrileños han sido ponerse a sí mismo como portavoz y anunciar que colocará «independientes»
Los primeros pasos de Lobato para solucionar los problemas de los madrileños y para levantar el partido han sido ponerse a sí mismo como portavoz y anunciar que colocará «independientes». Esto ha dejado algo perplejos a quienes apostaron por el en las elecciones primarias dado que entienden que no contará con la gente del partido para remodelar el PSOE de Madrid. El enfado entre los suyos es notable y ya hay quejas contra el flamante secretario general. Lobato tiene un plan para relanzar el partido en Madrid y pasa por ser él el candidato a la Comunidad de Madrid y colocar a independientes de su confianza para las elecciones municipales.
Hay fuentes del PSOE que insisten en que Lobato sigue decidido a que le nombren candidato. Esto es curioso dado que en el partido tienen absolutamente claro que tiene que ser una mujer quien se enfrente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en las elecciones. Aún así, Lobato no ha tardado ni dos días en apartar a Hana Jalloul de los micrófonos para acaparar él todo el protagonismo. Un movimiento claramente enfocado, tal y como aseguran fuentes del partido, para intentar ganar puntos para ser el candidato, dado que sabe que el partido no contempla que sea el sotorrealeño el adecuado para batirse con Ayuso. Prefieren a una ministra.
EL SUEÑO ROTO DE LOBATO
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene claro que pese a que Juan Lobato ha ganado las primarias del PSOE de Madrid, la candidata a las elecciones de la Comunidad será una mujer. En un principio se hablaba de Hana Jalloul, alguien que goza de la confianza de Moncloa a pesar de que sus compañeros no tienen un buen recuerdo de su debut en el debate de investidura. Pero ahora todas las quinielas apuntan a que será la ministra de Justicia, Pilar Llop, quien ha sido elegida por Pedro Sánchez para que represente al PSOE en la Comunidad de Madrid. Esto no gusta en el egocéntrico gabinete de Lobato, quien además de ser secretario general del partido quería ser quien montara la lista y se presentara contra la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, Moncloa había tomado la decisión de Llop hace tiempo. Hay fuentes que señalan incluso que la razón por la que se sienta en el Consejo de Ministros es precisamente darle visibilidad.
Lobato aún tiene la resaca de la gran victoria en las primarias de Madrid. Ganó con diferencia. Con el 60% de los apoyos. Pero no parece que este resultado le haya dado la más mínima capacidad para decidir sobre la candidatura del PSOE a la Comunidad de Madrid. Desde Moncloa no tienen problema con que el exalcalde de Soto del Real se dedique a colocar candidatos en pueblos pequeños de la Comunidad de Madrid y a gestionar una delegación del partido completamente hundida y sobrepasada. Sin embargo, sí que tienen muchos peros a la hora de hablar sobre las candidaturas socialistas a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de Madrid. Esa decisión se la reserva Ferraz y de hecho ya suenan nombres para ser la cara del PSOE en las autonómicas y municipales de Madrid. Y lo que está meridianamente claro es que serán mujeres y Lobato no formará parte de esa decisión bajo ningún concepto. Adiós al sueño del sotorrealeño de presentarse contra una Ayuso imbatible.
