Muchos se han hecho eco de que, aprovechando la crisis del coronavirus, el Gobierno ha abierto la puerta para expropiar viviendas privadas para entregárselas a personas vulnerables, como víctimas de violencia de género o personas desahuciadas. Esto es así, al menos tal y como se refleja en el Boletín Oficial del Estado (BOE), pero el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha salido al paso en las redes sociales para aclarar que no, que solo se podrán expropiar viviendas durante un periodo temporal, no definitivo. Una explicación que lejos de calmar los ánimos ha dejado en evidencia que los instintos políticos de Pablo Iglesias se apropian cada vez más de las iniciativas «sociales» del Gobierno.
@mitmagob ACLARA:
El programa de ayudas a las víctimas de violencia de género y personas desahuciadas NO PERMITE LA EXPROPIACIÓN de viviendas vacías ni segundas residencias.
Abrimos HILO… 👇
— Ministerio Transportes, Movilidad y A. Urbana (@mitmagob) April 11, 2020
El Boletín Oficial del Estado del pasado 11 de abril dice lo siguiente: «La ayuda podrá aplicarse sobre una vivienda adecuada, de titularidad privada o sobre cualquier alojamiento o dotación residencial susceptible de ser ocupada por las personas beneficiarias, en los mismos regímenes». Esto en caso de que esa persona vulnerable que necesitara una alternativa habitacional no tuviera casa donde ir.
Pues ahora Ábalos ha lanzado un mensaje bien contradictorio a través de la cuenta de Twitter oficial de su ministerio. Por un lado ha dicho que «el programa de ayudas a las víctimas de violencia de género y personas desahuciadas NO PERMITE LA EXPROPIACIÓN de viviendas vacías ni segundas residencias», para concluir que las comunidades autónomas están autorizadas «en esas circunstancias urgentes de extrema vulnerabilidad determinadas por los servicios sociales, pueda recurrir, por ej., al alquilar una vivienda u ofrecer una habitación en un hotel y poder pagarlo con las ayudas del Plan Estatal».
Vamos, que se podrá expropiar lo que se considere, pero de forma temporal y quién sabe si Iglesias permitiría hacerlo a un precio justo. No es nada desdeñable el esfuerzo de Ábalos por taimar la interpretación del decreto. «Cuando no se disponga de una vivienda pública, podrá darse la ayuda «sobre una vivienda adecuada, de titularidad privada, o sobre cualquier alojamiento o dotación residencial susceptible de ser ocupada por las personas beneficiarias, EN LOS MISMOS REGIMENES». Ayuda, sí, que consiste en expropiar a quien sea una vivienda a titularidad privada.
Lo cierto es que Iglesias ha aprovechado la crisis del coronavirus para aplicar más porcentaje de su programa electoral ya que se considera que ahora hay más gente a la que rescatar. No con trabajo, sino con ayudas y otro tipo de medidas que pasan por impuestos revolucionarios y expropiar las viviendas en caso de que se desahucie a alguna persona que no haya podido pagar el importe de su hipoteca.
Las medidas han sido recibidas con cierto escándalo por ciertos sectores conservadores que consideran que se está rompiendo el Estado de derecho y la libertad de los ciudadanos. Al menos se abre una ventana complicada, que coquetea con el estilo bolivariano y que da al Estado poder sobre la titularidad privada. Aunque matizan que siempre será sobre grandes propietarios que tengan viviendas vacías.
Pero la aclaración de Ábalos no ha sabido a mucho, especialmente porque confirma lo que todos interpretaron, que el derecho a expropiar viviendas privadas está encima de la mesa desde el mismo 11 de abril. Algo que no gusta en la oposición y que ha despertado tantas críticas que hasta el propio ministro de Transportes se ha lanzado a explicar que no, que solo sería temporal y a cambio de unos euros.
Lo mejor, sin embargo, es el principio y el hashtag que el Gobierno se ha apropiado para criticar a quienes hablan de que Iglesias ha abierto la puerta a la expropiación de vivienda: StopBulos. Menos mal que Ábalos se ha lanzado a escribir en Twitter desde su presunto confinamiento para dejar claro que no, que solo es temporal.