Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización dedicada a la explotación laboral de inmigrantes en los campos de la localidad de sevillana de Écija, donde las víctimas trabajaban durante jornadas abusivas en labores agrícolas, bajo amenazas, sin descanso ni derecho a alimentarse durante el tiempo efectivo de trabajo, según la investigación.
La investigación comenzó a raíz de una denuncia en la que se narraba un posible delito contra los derechos de los trabajadores. En concreto, la víctima manifestó a los agentes que durante tres años había estado trabajando en el campo en condiciones «infrahumanas», hasta que sufrió un accidente laboral al pasarle por encima del pie la rueda de un tractor que le provocó graves lesiones.
El herido necesitó ser ingresado en un hospital, pero para ocultar todo este entramado criminal, bajo las amenazas de la organización, fue obligado a hacerse pasar por otra persona en situación regular, aportando una documentación que no era la suya.
Durante el desarrollo de la operación, los agentes del Grupo II de la UCRIF consiguieron identificar a los principales responsables de los hechos denunciados, siendo una organización criminal compuesta por cuatro personas, dedicadas de manera organizada y jerarquizada, a captar y controlar a personas en situación desfavorecida para su explotación en labores agrícolas.
Las víctimas eran ciudadanos extranjeros en situación irregular en España, que llegaban en patera, exactamente a Las Palmas, de allí viajaban a Sevilla, sin formación ni recursos, con gran desconocimiento de la legislación vigente y sin apenas relaciones sociales. Eran captados en el barrio de la Macarena, porque tenían conocimiento que es un lugar de encuentro donde ofertan empleo a personas extranjeras sin documentación.
Una vez captados, recibían la cantidad diaria de 46 euros, de los cuales le descontaban seis euros en concepto de transporte, comenzando la jornada laboral a las 04,00 horas de la madrugada y finalizando a las 18,00 horas en función de la producción, sin que pudieran descansar ni alimentarse durante el tiempo efectivo de trabajo y hasta que no terminasen de llenar las sacas de fruto recolectado.
La operación ha concluido con la liberación de 30 personas y el registro en una finca en la localidad de Écija, donde hay cuatro personas detenidas, a las que se les atribuyen delitos contra los derechos de los trabajadores, pertenencia a organización criminal, falsedad documental y estafa.