El alcalde de Sedella (Málaga), Francisco Abolafio Rodríguez, ha informado de la denuncia presentada ante la Guardia Civil contra el expárroco de la localidad –se había ido hacía un mes– por la desaparición de dinero y joyas de la patrona, la Virgen de la Esperanza, que estaban en una caja fuerte; apuntando que al menos 13 de las pertenencias ya han aparecido.
Según ha explicado el regidor en declaraciones, el pasado día 10 de octubre mantuvo una reunión con el nuevo párroco «para poner el Ayuntamiento a disposición de lo que necesitara» y en ese encuentro «me dijo que el anterior cura le había informado de que la caja fuerte de la ermita la había arrancado y la había tirado, porque no tenía la llave».
Entonces, ha reconocido, «tampoco le puse mucho interés porque pensé que estaba vacía y el nuevo párroco dijo que iba a poner otra»; pero de cara al 12 de octubre, Día de la Hispanidad, cuando la patrona iba a volver a las calles de la localidad después de dos años, «los feligreses me dicen alarmados que qué ha pasado con las pertenencias que estaban en la caja fuerte».
El regidor ha asegurado que en ese momento se puso en contacto con el nuevo párroco que le dijo que no sabía nada de las pertenencias, por lo que «dijimos que había que llegar más lejos» y se puso en contacto por carta con el Obispado para que comunicara dónde estaban esos objetos; pero la respuesta fue que «ellos no tienen conocimiento de lo que había pasado y que van a investigar».
Pasados varios días, se convocó al pueblo en asamblea y se presentó la denuncia ante la Guardia Civil, al tiempo que se decidió que «si era necesario ir a las autoridades eclesiásticas en Madrid, iríamos». Este pasado martes hubo otra asamblea y «por votación se decidió seguir adelante por la vía judicial», asegurando que solo buscan «que se haga justicia».
Este lunes volvió a ponerse en contacto con el Obispado para mantener una reunión y «nos respondieron diciendo que las joyas estaban allí, que las habían llevado». Se trata de 13 piezas de oro, entre pulseras, esclavas, un relicario y otros objetos; de los que ha destacado más que la importancia económica, la «sentimental» para todo el pueblo.
Ha apuntado que la denuncia va dirigida contra el expárroco «porque no tenemos nada contra la iglesia». «Nosotros no decimos si es culpable o no, solo relatamos los hechos y lo que él nos ha dicho, que la caja fuerte la había arrancado él y la había llevado al punto limpio y, al final, lo que había dentro han aparecido en el Obispado, alguien lo ha llevado, no creo que ningún pajarito», ha aseverado.
«Queremos que como cualquier persona si es culpable la ley lo castigue y las autoridades eclesiásticas lo pongan en su lugar», ha dicho Rodríguez, quien ha señalado que no saben cuánto dinero había en la caja, pero «dice que eran 600 euros y que lo había utilizado en la reja del campanario»; «no nos ha preocupado nunca el tema económico, sino que se está jugando con el fervor de todo un pueblo».