En diferentes actuaciones, la Guardia Civil investiga varios casos de maltrato animal en Alicante. Uno de ellos hace referencia al abandono de un perro, mientras que en otro caso una pareja tenía animales muertos y hacinados en una finca. En tercer lugar, se investiga el hallazgo de un mono protegido que fue abandonado.
La primera de las actuaciones fue la desarrollada por los agentes de la Benemérita en la localidad de Altea (Alicante). Allí una vecina ha sido denunciada por un delito de maltrato animal tras haber abandonado presuntamente a un perro en el interior de un domicilio.
La intervención policial se produjo el pasado 29 de marzo. Unos vecinos fueron quienes dieron la voz de alerta después de informar que existía un fuerte olor a putrefacción que provenía de una de las viviendas del edificio.
Los agentes se dirigieron al lugar para comprobar de donde provenía este olor. A través del balcón de la vivienda colindante pudieron acceder a la vivienda. Desde la ventana pudieron apreciar a un perro de tamaño medio y color negro tumbado en el salón, con la puerta de la habitación cerrada, al igual que la del balcón. El animal había fallecido y estaba rodeado de basura, heces y orina.
Por ello, los agentes del SEPRONA de la Guardia Civil de Altea (Alicante) imputan a la propietaria del can un presunto delito de maltrato animal.
MONO ABANDONADO EN CALPE
La Guardia Civil, en otra de sus actuaciones, ha recuperado a un mono de la especie Tamarino Labiado. El primate se encontraba deambulando el día 7 de abril por una calle de la urbanización Maryvilla, en Calpe (Alicante). Fue encontrado por un vecino de la zona.
El animal habría sido abandonado en los últimos días. Los investigadores creen que podría deberse por el miedo de su dueño a que pudiese haber algún tipo de contagio o transmisión por coronavirus a través del animal.
El Tamarino Labiado (Saguinus labiatius) es una especie protegida por el Convenio Cites, por lo que está prohibida su tenencia por parte de particulares. Se trata de un animal endémico de las Américas, distribuyéndose por el este del Perú, norte de Bolivia y oeste de Brasil. Su hábitat natural son las selvas tropicales.
El animal se encuentra en perfecto estado de salud. Al no contar con un chip ni otro tipo de identificación ha sido depositado en el centro de recuperación de primates Primadomus de Villena. Allí se encuentra a disposición de la Agencia de Aduanas y del Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones (S.O.I.V.R.E.) de Alicante.
MALTRATO ANIMAL EN UNA FINCA DE RELLEU
El pasado 1 de abril, los agentes de la Benemérita fueron alertados por parte de la Policía Local de Relleu (Alicante), quienes les comunicaron que tenían en sus dependencias tres perros extraviados sin chip identificativo. La finalidad era la de llevar a cabo las gestiones adecuadas para localizar a su propietario.
Tras realizar las correspondientes indagaciones, los agentes pudieron localizar al dueño de los canes, por lo que procedieron a desplazarse hasta la parcela en la que se iba a hacer la entrega de los perros.
A su llegada a la propiedad comprobaron que había más perreras con un total de seis perros. Por ello decidieron llevar a cabo una inspección de los animales, lo que permitió averiguar que varios de ellos carecían tanto de pasaporte como del correspondiente chip de identificación obligatorio.
Asimismo, durante la inspección encontraron varias jaulas de madera, en las cuales encontraron animales muertos en estado de descomposición. También había animales fallecidos en un pequeño corral y en una caseta de madera situada junto a la vivienda principal.
Por todo ello, la Guardia Civil inició una investigación sobre un hombre de 46 años y una mujer de 43. A ambos se les imputa un delito de maltrato animal.
Las tres actuaciones han sido desarrolladas por parte de los pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Altea (Alicante).
DENUNCIA DE MALTRATO ANIMAL
Los actos de maltrato animal continúan existiendo durante el estado de alarma, a pesar de que los ciudadanos estén obligados a permanecer en sus hogares guardando el aislamiento. En este sentido, hay que tener en cuenta que sí está permitido acudir a comisaría para denunciar a aquellas personas que maltraten a un animal.
De esta manera, el periodo de cuarentena obligatoria no suspende la aplicación de la Ley de Protección de los Animales contra el maltrato y actos de crueldad.
De esta manera, aquellas personas que sean testigos o tengan conocimiento de un delito pueden denunciar estos hechos. No obstante, para ello es necesario ser mayor de edad y acreditar la identidad.
La denuncia debe hacerse de forma presencial en Comisarías o Fiscalías y se deben aportar todos los datos al respecto del caso. A la hora de formular la misma es importante aportar cualquier dato relevante y elementos probatorios como fotografías, vídeos…
No obstante, en el caso de que haya un caso de maltrato animal que se esté dando en un momento es posible llamar a los servicios de emergencia.
PERROS EN ESTADO DE ALARMA
Durante el estado de alarma por coronavirus, las directrices con respecto a lo que se puede hacer y no hacer con un perro son claras. Se establece que están permitidos los paseos cortos.
Esto quiere decir que se debe recorrer solo la distancia que permita que la mascota pueda desarrollar sus necesidades fisiológicas, con un máximo de 200 metros con respecto al domicilio.
Además, a la hora de sacar al animal es necesario tener en cuenta que debe realizarse en solitario y sin socializar con otras personas u animales. Tampoco se puede aprovechar el momento para jugar con el animal, que debe ir siempre atado.
Entre los dueños se debe mantener la distancia de un metro y medio; y además hay que llevar agua con detergente para limpiar la orina y bolsas para recoger sus heces. Por otro lado, también se deben priorizar los horarios en los que haya menor afluencia de personas.
Aquellas personas que hagan caso omiso de las advertencias y paseen a sus perros más allá de la distancia permitida podrán ser sancionadas. Las multas por ello se sitúan entre 100 y 600 euros.