Profesionales que forman parte de la comisión de la Xunta para la gestión de la crisis sanitaria del coronavirus concluyen que los nuevos test rápidos enviados por el Ministerio de Sanidad a Galicia «no son, en sentido estricto, un test de diagnóstico», sino que «apoyan» otras metodologías.
Así lo explica el catedrático y jefe de servicio de Microbiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), Benito Regueiro, quien asegura que estas pruebas «sirven solo para valorar si la persona tuvo contacto con el virus y siempre que sea alguien que no tenga una inmunosupresión de base».
En concreto, el Gobierno central reparte entre este viernes y este sábado otro millón de test rápidos para la detección del COVID-19 a las autonomías, tal y como anunció el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras el Consejo de Ministros.
Así, el comité clínico de la Xunta afirma que la utilidad de estas pruebas es «tan solo complementaria» de otras como los PCR, que «ya está realizando» el Servizo Galego de Saúde (Sergas).
En palabras de Regueiro, el tipo de test enviados «detecta anticuerpos totales, con lo cual su aplicación clínica es detectar si las personas han tenido en alguna ocasión contacto con el virus». «No es, en sentido estricto, un test diagnóstico del virus», ha insistido.
El pasado miércoles, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ya se quejó de que los 58.000 test rápidos que había enviado el Ministerio de Sanidad días atrás «no valen para hacer un diagnóstico fiable» y, en consecuencia, no se podían utilizar como prueba única, por lo que en Galicia serían «complementados» con PCR.
Sin embargo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, defendió en el Congreso la utilidad de estos test para «ampliar la capacidad diagnóstica» y «cribar» los casos en colectivos de alta prevalencia del COVID-19, como hospitales y residencias, «de una forma rápida y segura», y subrayó que su fiabilidad es «plena» en los casos que dan positivo.