La senadora y expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, acude al 40 Congreso Federal del PSOE «para arrimar el hombro como una más» y ha admitido que el anterior proceso congresual, donde se enfrentó en primarias al secretario general, Pedro Sánchez, «fue muy difícil» y «dividió y enfrentó mucho a los compañeros».
Díaz acude a la cita de Valencia en «una nueva etapa» y formará parte de la «foto de unidad» de los socialistas ya que, según ha comentado, el secretario general, Pedro Sánchez, «se alegra» de que esté presente. «Creo que tiene que salir un partido unido, dispuesto a demostrar a los ciudadanos que primero va España y luego nosotros», ha indicado.
Para la senadora, el 40 Congreso tiene que servir para mostrar la España que los socialistas quieren «levantar después de la pandemia». Además, ha indicado que declinó ser delegada en este proceso porque entendía que «tenía que dejar a otros el protagonismo, las riednas y la capacidad de decisión».
No obstante, sí ha explicado que habló con Pedro Sánchez la semana pasada, que le trasladó que «era útil que viniera como invitada». «A él le alegra que yo esté aquí y a mí me alegra que él se alegre de que esté», ha manifestado. También ha apuntado que trasladó al actual secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, que le iba a «ayudar».
«Es lo que siento y cómo lo vivo, una vez finaliza un proceso orgánico, los socialistas nos tenemos que unir. Desde el minuto uno que acaba el Congreso, todos tenemos que estar detrás del secretario general y arrimar el hombro en Andalucía, en España y donde haga falta», ha agregado.
Preguntada si considera que Pedro Sánchez ha sido «generoso» con ella, ha indicado: «Yo quiero que sea generoso con España y con el PSOE». Además, ha defendido la presencia de los expresidentes en el Congreso: «Forman parte de la historia viva del PSOE y de España, no todos los partidos pueden enseñar a los expresidentes como nosotros. Que vengan es un lujo para el PSOE y para España».