La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias pone en marcha una Estrategia Sanitaria de Actuación Inmediata para la isla de La Palma con medidas específicas asistenciales, de organización y de infraestructuras que den repuesta a las necesidades de la población tras la erupción volcánica, en el marco del ‘Plan Especial para la Reconstrucción de La Palma’.
Las medidas afectan tanto a la asistencia sanitaria que recibe la población como a la adquisición de nuevo equipamiento diagnóstico que facilite el que los usuarios puedan ser atendidos en su zona básica de salud sin necesidad de trasladarse al hospital.
En este sentido, se ha incluido en los presupuestos de la Comunidad Autónoma de 2022 una inversión de nuevo equipamiento para La Palma de cerca de 1,4 millones de euros (1.393.200) que incluye la adquisición de una Resonancia Magnética, un equipo de radiología convencional y un TAC, que irán destinados al Centro de Atención Especializada de Los Llanos de Aridane.
Además, se adquirirá un TAC un arco quirúrgico y dos monitores fetales de intraparto (por 601.650 euros), que unido al equipo de Hemodinámica previsto ya se instalará en el Hospital General de La Palma.
Esta estrategia surge tras conocer las necesidades de la población afectada por el volcán.
Así, con el objetivo de conocer de primera mano las necesidades asistenciales que se generarán tras la erupción del volcán, tanto en la ciudadanía como entre los profesionales del área de salud de la isla, el director del Servicio Canario de la Salud, Conrado Domínguez, se reunió esta semana con representantes de la Plataforma de Afectados por el Volcán, el equipo directivo del Área de Salud y la Gerencia de Servicios Sanitarios, el director del Área, Kilian Sánchez y la gerente de Servicios Sanitarios, Mercedes Coello, y los profesionales de los centros sanitarios.
El objetivo es anticiparse a los potenciales efectos negativos de la erupción volcánica en la calidad asistencial y en la salud de la ciudadanía de la isla y atender a las necesidades sanitarias de la población, que si bien no ha sufrido un impacto directo en la salud, la situación que está atravesando repercute en el acceso a los servicios sanitarios así como en la organización y gestión de sus citas médicas y en otros posibles problemas de salud derivados de las circunstancias que atraviesan en este momento.
MEDIDAS ASISTENCIALES
Para ello, se ha activado algunos dispositivos de atención rápida a la población, entre los que se encuentra un dispositivo de Atención Domiciliaria de Salud Mental para los afectados por el volcán que lo precisen; una Unidad de Atención Temprana para la atención a la población infantil que requiere estos servicios y un servicio de apoyo a las unidades de salud mental para la población que lo necesite en estas circunstancias extraordinarias que está viviendo la isla.
Para ello se reforzará el servicio mediante la contratación de nuevos profesionales de salud mental y a través del refuerzo de los de otras islas que acudirán a La Palma a atender a los pacientes en sus centros sanitarios.
El objetivo es identificar y hacer seguimiento a las personas con riesgo de autólisis o patolgías relacionadas con la salud mental de forma temprana.
SERVICIO DE ATENCIÓN SANITARIA EN EL CENTRO HOSPITALARIO
Con la finalidad de atender de forma precoz las necesidades sanitarias de la población y de los trabajadores del Área de Salud afectados por la erupción volcánica, la estrategia contempla la puesta en marcha de un servicio de Atención Sanitaria en el Hospital General de La Palma que recoge y canaliza las dificultades de la población para acceder a la asistencia.
En este servicio se da también atención a las necesidades que presenten los trabajadores del área de salud que se han visto afectados.
PLAN DE EMERGENCIAS ANTE CATÁSTROFES EXTERNAS
Dentro de la estrategia se ha elaborado también un Plan de Emergencias ante Catástrofes, desarrollado por el Área de Salud de La Palma y la Gerencia de Servicios Sanitarios con el objeto de establecer la cadena de atención a cualquier paciente, lesionado o no, que lo precise, desde la zona afectada hasta el destino final para garantizar su asistencia sanitaria.
El plan establece mecanismos para garantizar atención y apoyo a la población afectada, determinar el grado afectación mediante un sistema de triage en cada punto de atención, asegurar la atención priorizada de los pacientes según su categoría asistencial y mantener una estrecha comunicación entre todos los puntos de valoración de pacientes, así como coordinar a todos los dispositivos que prestan servicios en el área de Salud de La Palma.
Este documento establece una clasificación de las catástrofes en tres niveles: nivel 1 (alerta verde), nivel 2 (alerta amarilla) y nivel 3 (alerta roja).
En cada uno de ellos se activarán los dispositivos tanto de Atención Primaria como hospitalaria que sean necesarios para hacer frente a los requerimientos asistenciales que se generen según la gravedad de la situación en cada momento.
El plan también estipula los profesionales sanitarios y no sanitarios y los recursos materiales que se irán activando en cada nivel de alerta según se desarrolle la situación para hacer frente a las necesidades de la población.