Tiene dos explicaciones posibles. O que Vox está tan confuso que se hiere a sí mismo, o que ha visto una oportunidad para erosionar al Partido Popular, la formación que parece estar saliendo más reforzada de esta crisis. Las declaraciones de la diputada de Vox por la Asamblea de Madrid Rocío Monasterio sorprendieron, y mucho, en el seno del PP. La dirigente de Vox arremetió duramente contra la gestión de la Comunidad de Madrid, es decir, la de su presidenta popular Isabel Díaz Ayuso. Un ataque que extrañó a muchos en el ala derecha del hemiciclo, ya que hasta hace días el objetivo a batir era Pedro Sánchez.
La estrategia escogida por Vox no ha sido la más discreta. Desde fotos con la Gran Vía repleta de ataúdes a acudir en masa al Congreso para que “se les vea”. Sin embargo, esto ha desatado más críticas que alabanzas mientras el PP, en una actitud dura con Sánchez pero más responsable a nivel de Estado no deja de subir de una forma tímida en las encuestas, al menos en las que se han publicado hasta ahora, tanto los sondeos privados como las del propio Tezanos.
Es quizás por eso que Monasterio, una de las pioneras en dictar la estrategia a seguir por Vox, ha cambiado su estilo. Fue ella quien se vistió primero de Podemos y pidió al Gobierno que acabara con los parlamentos autonómicos para donar todos los recursos, incluidos los sueldos de los diputados, a la sanidad. Y es ella quien ahora ha cambiado la estrategia y se ha lanzado a atacar al PP de la Comunidad de Madrid, exactamente en la misma línea que el presidente del Gobierno.
Sánchez en la tribuna del Congreso lanzó críticas a la gestión de Díaz Ayuso. Quizás demasiadas, ya que la propia presidenta de la Comunidad de Madrid envió una carta al presidente poco después de que acabara su intervención. En ella le reprochaba todas las “falsedades” que había vertido en el Congreso y le llegaba a decir incluso que estaba utilizando la televisión pública para atacar la gestión de los demás.
Esta línea del PSOE es normal. Tienen que defender su gestión y qué mejor forma de hacerlo que echarse a por las de los demás. Pero lo de Monasterio ha sorprendido incluso en el seno del PP. “Que alguién del Partido Popular salga a reprocharle la falta de anticipación a Sánchez es un insulto. Quizás se han olvidado de que gobiernan en la Comunidad de Madrid con competencias de Sanidad para comprar material, limitar eventos multitudinarios, incluso confinar poblaciones”, ha declarado este jueves la diputada de la Asamblea.
Pero la estrategia de Vox no pasa ahora por criticar solo al PP, a quien considera su gran rival para unas próximas elecciones. Su estrategia también pasa por criticar a quien tiene más a la izquierda del PP, pero que entre en el arco parlamentario conservador, es decir, a Ciudadanos. Monasterio ha declarado la guerra a aquellos a los que cree que les puede robar votos para tener más relevancia en unas elecciones que se prevén se celebrarán pronto.
“Ciudadanos centrado en entregarse al totalitario Sánchez…dicen que para hacer frente al populismo… el miedo les supera, su incoherencia también”, ha asegurado el pasado jueves Monasterio.
La derecha más a la derecha está viendo como Pablo Casado está ganando apoyos y es de los líderes más valorados tras la gestión de la crisis del coronavirus. Su oposición se ha basado en apoyos con reproches, pero sin levantar la lealtad institucional. Y la de Vox, como no puede ser de otra manera, en lanzar críticas destructivas al Gobierno que lidia con la crisis del coronavirus.