El festival Granada Noir, que celebrará su séptima edición, de forma presencial, entre el 25 de octubre y el 1 de noviembre, otorgará su séptimo premio al escritor barcelonés Carlos Zanón, referente generacional y autor clave del género negro del siglo XXI.
Para Gustavo Gómez y Jesús Lens, directores de Granada Noir, patrocinado por Cervezas Alhambra, «Zanón es uno de los autores esenciales del género negro contemporáneo, insobornable en su propuesta estilística y radical, original y diferente en la temática».
Además, es un creador polifacético que encarna a la perfección el espíritu del festival. «Carlos Zanón es novelista, poeta y guionista, pero también es crítico literario y columnista de prensa. Abogado de profesión, ejerció hasta hace poco tiempo. Ha escrito letras para canciones de artistas como Loquillo o Pájaro y este año ha publicado un personalísimo libro de viajes dedicado a su ciudad, Barcelona. Además, es el comisario de BCNegra, uno de los festivales más importantes de Europa dedicado al género policial», han indicado en una nota.
Con sus diferentes novelas y poemarios, Carlos Zanón ha ganado diversos premios, entre ellos, el Hammett de Semana Negra de Gijón por ‘Yo fui Johnny Thunders. Además, dio nueva vida al mítico Pepe Carvalho, el personaje creado por Manuel Vázquez Montalbán.
«Sin renunciar a su personalísimo estilo y llevándolo a su terreno, Zanón regaló a los lectores un gozoso y feliz reencuentro con un personaje clave de la literatura española del siglo XX», han afirmado los directores.
Para Carlos Zanón, por su parte, ganar el VII Premio Granada Noir «constituye un orgullo inmenso. De todo corazón. Por el Festival que lo otorga y por los anteriores premiados. El noir no deja de ser una mirada de creadores desencantados que ansían encontrar la esperanza en alguna forma de belleza, que es una forma de verdad. De gente que encuentra que la violencia que ha sufrido o que percibe alrededor es una forma del lenguaje para expresar la injusticia, el deseo que lleva al desastre. La única razón para vivir es hacerlo con la estúpida lucidez del pringado que no se vende».