Fue nombrado en enero de 2020. El puesto no existía previamente. Se lo inventó el entonces vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, el cual creó una dirección general dotada con en torno a 80.000 euros brutos anuales llamada Dirección General de Derechos de los Animales. Pero ahora, más de un año y medio después, ha llegado su momento. Sergio García Torres, el director general de derechos de los animales, se dispone a ser útil por primera vez en la legislatura. La necesaria Ley de Protección Animal, que prevé prohibir la venta de mascotas en las tiendas, eliminar el listado de perros potencialmente peligrosos y establecerá un registro de personas inhabilitadas para tener animales de compañía, llegará al Congreso y será, si no hay sorpresas, una realidad muy pronto. Desde que Sergio asumió el cargo, es la primera vez que se puede ver su trabajo. Antes se ha dedicado a reunirse esporádicamente con algunas asociaciones relacionadas con el mundo animal y poco más.
el partido celebra que Sergio haya decidido ganarse el sueldo casi dos años después
Cobra el sueldo de un ministro. De hecho, su salario es similar al del presidente del Gobierno (pero queda muy lejos del del president de la Generalitat). Pero sea como sea, lo cierto es que el entorno de Podemos aplaude que por fin Sergio haya decidido trabajar. Aún así, no lo ha hecho por su cuenta. Todo el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha estado detrás de la normativa que prevé dotar de más protección a los animales de compañía. La mayoría de la gente en el partido celebra que Sergio haya decidido ganarse el sueldo casi dos años después de que entrara en el cargo. Porque aunque tarde, la ley es necesaria para dotar de protección a los animales frente al maltrato y a algunas causas manifiestamente injustas como es el denominar a algunas razas de perros como potencialmente peligrosas.
Son muchos los que no entendían que existiera una Dirección General de Derechos de los Animales que no hiciera nada. Sí, Sergio García Torres se ha visto con algunas asociaciones y ha atendido las demandas de quienes tenían algo que decir sobre los animales de compañía, pero no ha hecho nada. Ni siquiera ha presionado dentro del partido para sacar adelante una ley que se ha quedado casi dos años en el tintero. Algunos argumentan que por la pandemia no era el momento, pero lo cierto es que Sergio ha estado tranquilo y cobrando sin hacer nada reseñable durante un año y 10 meses concretamente. En Podemos hay quien así lo reconoce. Aunque la mayoría mantienen esa disciplina militar de partido a través de la cual se cierran en bloque.
«Asumo con mucha ilusión y responsabilidad el cargo de Director G. de Derechos de los Animales. Por primera vez en nuestro país la protección animal será prioritaria. Gracias al Presidente y al Vicepresidente del Gobierno por la confianza y el compromiso con el bienestar animal», dijo en enero de 2020, cuando Iglesias se inventó su puesto de trabajo. La idea de este cargo era la de lanzar un guiño a los animalistas e intentar robar algún que otro votante a PACMA, pero sobretodo se buscaba llevar adelante la ley que ahora coge forma. Al menos una parte de ella. El bienestar animal es una de las consignas que ha hecho oportunamente suya Podemos y ahora parece que se empieza a ver el trabajo.
Esto es un claro mensaje al ala animalista de Podemos. Se une a la prohibición de la caza del lobo, por la que la formación morada ha trabajado duro y que ahora se ha convertido en realidad. Sin embargo, la ley de bienestar animal de Sergio Torres se ha tomado con calma. De momento, aún no es una realidad, pero también se buscará que los maltratadores de animales no tengan la posibilidad de tener una mascota. La forma de controlarlo será difícil, pero es una forma de empezar.
Esta ley prevé, entre otras cosas, prohibir la venta de mascotas en las tiendas, eliminar el listado de perros potencialmente peligrosos y establecerá un registro de personas inhabilitadas para tener animales de compañía. Se acabaron esas imágenes de un perro dentro de una vitrina en una tienda o esos tediosos test e impuestos a pagar por tener un can considerado peligroso solo por su peso. Quien ha tenido este tipo de razas es perfectamente consciente de que lo peligroso que sea el animal depende de la educación y el adiestramiento más que de la raza en sí. No del tamaño. Esta ley trata muchos temas que llevan tiempo en el tintero y que Sergio García Torres no ha llevado a la mesa hasta ahora. Aún así, desde Podemos aplauden que Torres se haya puesto manos a la obra y haya presionado para meter con calzador su ley. Más vale tarde que nunca.