Trabajadores de Vestas marchan por Santiago y claman ante la Xunta por una «solución»

Más de un centenar de trabajadores de Vestas se han concentrado este martes ante la Xunta, en Santiago, para reclamar una «solución» frente al ERE extintivo que les afecta por el cierre de la fábrica en Viveiro a finales de año, en una jornada en la que se celebra en Compostela una mesa industrial para abordar su futuro.

A las 15,00 horas, han partido del centro comercial de As Cancelas tras una pancarta en la que se podía leer ‘Vestas, solución’. Durante el camino hasta el edificio administrativo de San Caetano han realizado cánticos como: ‘Sen industria, non hai futuro’; ‘Queremos traballar e non emigrar’ y ‘Feijóo non te escondas, queremos que respondas’.

Asimismo, algunos de los operarios han portado reproducciones de molinos de viento y cruces con mensajes escritos de ‘Vestas non se pecha’.

A su llegada ante la Xunta, han coincidido con la salida de numerosos funcionarios que terminaban su jornada laboral en el complejo de San Caetano. Allí, han permanecido concentrados y han lanzado petardos antes de desplazarse hasta la sede de la Escola Galega de Administración Pública (EGAP), en el barrio de Fontiñas, en donde se celebra la reunión desde las 16,00 horas entre representantes de trabajadores, administraciones y empresa.

QUE LA REUNIÓN «SIRVA PARA ALGO»

En declaraciones a la prensa antes de la reunión, el presidente del comité de empresa, David Mariño, ha dicho que espera que la mesa industrial «sirva para algo» y que «no sea otra promesa política», sino que «se presenten soluciones». «Nos quedamos nosotros sin trabajo, pero también se muere nuestra comarca», lamenta.

En esta línea, sostiene que «son los políticos los que tienen que poner sobre la mesa ese tipo de soluciones», mientras avisa de que no se van a «rendir».

Pide a Vestas «escuchar esas ofertas y facilitar la reinserción de todos estos trabajos que se van a quedar sin trabajo si definitivamente se acaba el periodo de ERE y se lleva adelante». «Lo importante es no cerrar. Necesitamos alternativas y revitalizar nuestra comarca que está muriendo», agrega Mariño.

Vestas prevé cesar la producción en sus fábricas de Lauchhammer (Alemania), Viveiro (Lugo) y Esbjerg (Dinamarca) en el marco de un ajuste en su negocio.

La fábrica de Vestas en Viveiro emplea a unas 115 personas que fabrican generadores para el sector eólico –plataforma terrestre de 2 megavatios, así como paneles de control de la turbina marina V164– de mercados situados fuera de España.

APOYO DE PONTÓN Y CABALLERO

Al inicio de la protesta, ha acudido la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, para mostrar su apoyo a los trabajadores, pues la de Vestas es una fábrica que «tiene viabilidad» y el cierre supone un «intento de deslocalizar la producción».

Por ello, considera que «es urgente que la Xunta se ponga manos a la obra para garantizar que no se pierda un solo empleo». «No entendemos cómo en pleno boom eólico depredador en Galicia se puede perder ni un solo puesto de trabajo en el sector», se queja.

De tal forma, demanda «decisiones políticas que contribuyan a que este sector no se deslocalice». «No queremos que siga el camino de Siemens Gamesa», apunta.

Igualmente, Ana Pontón lamenta que en A Mariña «sigue lloviendo sobre mojado» ante la situación de industrias como Alcoa. De tal forma, aguarda que el encuentro de este martes sea «útil y sirva para dar una perspectiva de futuro» para los 115 trabajadores de Vestas.

Por su parte, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, también ha acudido a la protesta a trasladar su respaldo a los trabajadores. Exige a la Xunta que «deje de buscar culpables y empiece a buscar soluciones».

A este respecto, emplaza al Gobierno gallego a «realizar un esfuerzo de coordinación» con las demás administraciones para conseguir un frente común que suponga la continuidad de los puestos de trabajo.

Caballero recuerda que el Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo tiene competencia exclusiva en materia industrial, por lo que emplaza a que agote todas las vías para frenar un ERE que supone «un duro golpe para toda la comarca de A Mariña».