El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao ha condenado al que fuera director de Funciones Corporativas de Iberdrola Antonio del Olmo por la obtención y la difusión de facturas de la compañía que fueron claves en el caso ‘Tándem’ sobre los presuntos encargos al comisario José Manuel Villarejo. El exempleado deberá devolver los documentos y publicar su sentencia de condena «con al menos la misma difusión» que tuvo la revelación de los papeles sustraídos.
En la sentencia, el tribunal considera probado que Del Olmo obtuvo de forma ilícita las copias y se las facilitó al medio de comunicación que luego hizo públicas las facturas. «Porque no ha quedado demostrado ni ha sido aportado indicio alguno de que otros estuviesen en disposición de hacerlo», justifica el escrito.
Así, la sentencia recuerda que Del Olmo reconoce que realizó copia de las facturas confidenciales, las conservó en su despacho, las depositó ante notario cuando todavía era el controller de Iberdrola (en el 2004), y luego, tras su jubilación (2016) se llevó a su casa estas copias.
Iberdrola se querelló contra su extrabajador en 2020 en un juzgado de instrucción de Bilbao, aunque el asunto fue absorbido por la Audiencia Nacional. La compañía le acusaba de elaborar y difundir un informe falso -para el que se habría valido de esas facturas– donde Del Olmo reflejaría presuntas irregularidades en uno de los supuestos encargos de realizados por la entidad a Villarejo.
En un auto del pasado 9 de julio, el titular del Juzgado de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, decidió archivar la querella contra Del Olmo sin entrar en el fondo del asunto al entender que los hechos denunciados ya habrían prescrito.
Aquí, el magistrado indaga en los diversos encargos que la eléctrica habría hecho a Villarejo desde 2004. Recientemente, ha imputado al presidente de la empresa, Ignacio Sánchez Galán, y a Iberdrola Renovables por el llamado proyecto ‘Wind’, donde el cometido habría sido investigar a una eólica suiza con la que la mercantil se alió para proyectos en Rumanía y con la que surgieron problemas.
NO PUSO LAS FACTURAS A DISPOSICIÓN DE LAS AUTORIDADES
En este contexto, la sentencia recoge que Del Olmo se adueñó de esos papeles sin el consentimiento del titular del secreto, que era la empresa. «Ni estaba en sus funciones guardarse estas copias en su despacho, ni estaba autorizado a depositarlas ante notario o a sacarlas de las oficinas de la mercantil para la que trabajaba (al menos no se han acreditado estos extremos), por lo que obtiene ilícitamente la información empresarial secreta», recoge el fallo.
Para el tribunal «basta esta conducta para estimar la violación» llevada a cabo por Del Olmo, que no encuentra «causa alguna» para ser justificada. Y lo considera así porque el extrabajador «conservó en su casa las facturas y las depositó ante notario, no las puso a disposición de las autoridades para descubrir alguna actividad ilegal».
«Lo hizo, según dice en el juicio ‘por su seguridad’, y las pone a disposición de la autoridad judicial ‘cuando se lo piden los fiscales’. Su conducta no encuentra encaje en ninguna de las circunstancias que justifican la apropiación de la información confidencial«, insiste la sentencia.
Por todo ello, Del Olmo ha sido condenado a la cesación y prohibición de nuevos actos de violación de secretos empresariales de Iberdrola, la entrega de los documentos robados y a la publicación de la sentencia de condena con al menos la misma difusión pública que tuvo la revelación ilícita objeto de la presente demandada, costeando el demandado los gastos de dicha publicación. Además, deberá abonar las costas del procedimiento.