El uso de mascarillas por parte del personal de farmacia, sanitarios o de supermercados dificulta la lectura labial «imprescindible para que muchas personas con sordera puedan entender lo que se habla», según avisa AG Bell International.
Como indica la organización benéfica que presta atención y apoyo a la discapacidad auditiva en España, la crisis devenida por la pandemia de coronavirus «afecta especialmente a las personas con problemas de audición».
En este contexto, AG Bell International reclama medidas para que las personas con sordera e hipoacusia pueden tener acceso a la información en los medios y en el sistema sanitario.
«En la atención directa, hay que tener en cuenta que muchas personas de este colectivo precisan la lectura labial, por lo que hay que recurrir a la escritura para trasmitir el mensaje cuando el hablante lleva mascarilla«, destacan desde la entidad.
De este modo, AG Bell International recomienda utilizar aplicaciones que transforman la voz en texto o preparar un guion escrito antes de salir de casa. «El mantenimiento de la distancia de seguridad impide que se pueda entregar un papel escrito o utilizar una pizarra», subraya.
Por otro lado, la organización de apoyo a la discapacidad auditiva sostiene que la cancelación temporal de los servicios de intérpretes de lengua de signos «dificulta la comunicación en hospitales».
Ante esta problemática, AG Bell International cree que una «posible solución» podrían ser las mascarillas con una franja de plástico sobre la boca. Sin embargo, reconoce que tiene un problema y es que «hay que evitar que el calor y la humedad del aliento empañe la mascarilla».
«Aunque no ha sido avalada todavía por la comunidad médica, se abre una solución para que las personas con problemas de audición puedan leer los labios», sostiene la organización.
Así, AG Bell International asegura que Ashley Lawrence, estudiante de Educación para personas con sordera y problemas de audición de la Universidad de Kentucky Este (Estados Unidos), ha ideado una mascarilla «ideal» para preservar la lectura labial.
De este modo, junto a su madre confeccionaron mascarillas con sábanas y tela plástica. «Al poco de empezar ya estaba recibiendo pedidos de varios estados», afirma la entidad, que agrega que Lawrence no cobra nada por la fabricación ni por los envíos dentro del país.
