Europa se encuentra en una encrucijada estratégica. Las erráticas y volátiles políticas de la Administración Trump en Estados Unidos, tradicionalmente el gran garante de la seguridad europea, han empujado a la Unión Europea a una profunda reflexión sobre su propia defensa. Tras años de dependencia, los países de la eurozona están acelerando los esfuerzos para llenar el vacío que parece dejar su antiguo protector.
La inestabilidad generada por las declaraciones y acciones de Donald Trump ha llevado a los miembros de la UE a buscar una autonomía defensiva. Esta aspiración lógica conlleva un descarte progresivo de la compra de material bélico estadounidense, motivado por una doble razón: la creciente desconfianza hacia su aliado histórico y el temor a que Washington pueda vetar el uso de dicho material contra sus propios aliados. Un ejemplo claro y preocupante para la UE es la relación de España con Marruecos. En el pasado, como en la Guerra del Ifni en 1958, España ya se vio imposibilitada de emplear armamento estadounidense contra un tradicional aliado de EE. UU.
El LEOPARD 2A8, PIEZA CLAVE PARA EL EJÉRCITO DE TIERRA ESPAÑOL
En este nuevo panorama, el carro de combate Leopard 2A8 emerge como una de las piezas clave en la estrategia de rearme europeo. Para España, esta adquisición es fundamental para fortalecer la capacidad de combate terrestre de su Ejército de Tierra, un área identificada como prioritaria.
El Ministerio de Defensa, liderado por Margarita Robles, se ha sumado a la estrategia general del Ejército de Tierra de modernizar su flota de tanques. El objetivo principal es mejorar la interoperabilidad y la colaboración con los aliados europeos, al tiempo que se busca equilibrar la creciente potencia militar de Marruecos. España ha planificado la compra del Leopard 2A8, un tanque de última generación que complementará su actual flota de Leopard 2E. Ambos modelos ofrecen prestaciones similares a los tanques Abrams estadounidenses, destacando por su robusto blindaje y formidable potencia de fuego.

AVANCES NOTABLES EN LA MEJORA DE LA SEGURIDAD DE LOS LEOPARD
Indra ha probado con éxito su radar Nemus de protección activa contra drones y proyectiles en carros de combate Leopard en el Centro de Instrucción de las Unidades Acorazadas (CENAD) del Ejército de Tierra en Zaragoza.
Los ejercicios se han llevado a cabo en presencia del director de Adquisiciones del Mando Logístico del Ejército (MALE), el general de brigada Luis Sanz Muñoz, así como personal del Ejército y el equipo de ingenieros de Indra.
Las pruebas han tenido como objetivo comprobar que el radar Nemus se integra en la plataforma Leopard. Estos ejercicios dan continuidad a las pruebas realizadas por Indra en el mes de julio con este mismo sistema en el Centro de Evaluación y Experimentación radioeléctrica (CEAR) del Ejército en Guadalajara.
El sistema Nemus, el más avanzado de su clase en Europa, está basado en un radar de barrido electrónico AESA, de pequeñas dimensiones y peso, diseñado para instalarse en vehículos mecanizados y carros de combate para detectar, identificar y realizar el seguimiento de drones, microdrones y todo tipo de proyectiles, desde misiles anticarro y lanzagranadas hasta municiones tipo flecha, que alcanzan velocidades supersónicas, con el objetivo de activar las contramedidas necesarias para neutralizarlos.
El sistema está dotado de inteligencia para discriminar falsos blancos y resistir intentos del adversario de interferir en su funcionamiento mediante técnicas de jamming. También se distingue de otros sistemas por su capacidad para operar en condiciones meteorológicas extremas, tanto de humedad como de frío o calor.
Esta tecnología desarrollada por Indra es clave para asegurar la soberanía y autonomía de cualquier ejército europeo, ya que resulta imprescindible para operar en los teatros de operaciones modernos, en los que se ha impuesto el uso masivo de drones de coste relativamente bajo, pero que representan una importante amenaza para activos de gran valor como los Leopard.
El sistema es una de las soluciones de vanguardia que la compañía desarrolla para digitalizar y dotar de inteligencia a los vehículos militares. Indra ha reforzado su posición en el mercado de plataformas terrestres tras asumir una posición de control en Tess Defence, impulsar su filial Indra Land Vehicles y establecer alianzas y acuerdos con actores clave del sector. Todo un respiro para el Ministerio de Defensa, obsesionado con mejorar la capacidad de nuestros carros de combate como elemento clave para el futuro de nuestra soberanía y los nuevos retos a los que Europa y España deberán hacer frente en los próximos años.