Cada día, las cajas de los supermercados en España han incorporado una nueva práctica que se ha normalizado casi sin darnos cuenta: las campañas de donación solidaria por redondeo de céntimos o aportaciones espontáneas en el momento de pagar. En medio de la rutina de la compra, la OCU, la reconocida organización de consumidores, ha puesto el foco sobre este tipo de iniciativas que, bajo el pretexto de la solidaridad, podrían estar escondiendo prácticas poco transparentes y, en muchos casos, ventajosas para las propias empresas. Lo que parece una sencilla invitación a apoyar una causa noble puede transformarse en una trampa perfectamente legal pero, a la vez, muy lejos de la transparencia que cabría esperar de quienes gestionan nuestro dinero.
La realidad es que, en el fragor del día a día, pocos se paran a analizar qué ocurre realmente con esos céntimos donados o si el beneficio recae íntegramente donde se nos promete. Lo más preocupante es que, según la OCU, muchas de estas campañas encubren una falta de claridad para el consumidor y, sobre todo, escasos controles sobre el destino final del dinero recaudado. Mientras tanto, las grandes superficies aprovechan el gesto solidario para mejorar su imagen y, en algunos casos, incluso obtener beneficios fiscales, todo ello sin que dicha información se comparta abiertamente con el cliente.
4LA INFORMACIÓN QUE NO LLEGA AL CONSUMIDOR

Muchos de los clientes que, movidos por un impulso solidario, aceptan donar esos céntimos desconocen el devenir de su pequeña ayuda. La OCU recalca que la falta de datos concretos y el hermetismo en torno al proceso hacen que el consumidor no tenga certezas sobre la aplicación real de su dinero. Según la experiencia de la organización, en numerosas ocasiones ni siquiera se puede conocer la cantidad total recaudada, ni comprobar que el destino sea el prometido por la campaña.
Además, existe otro fenómeno: la «opacidad automatizada», que se da cuando la donación se realiza de forma automática y ni siquiera se informa en el ticket final. Esto provoca, argumenta la OCU, que mucha gente ni siquiera sea consciente de que ha donado, dificultando aún más la trazabilidad y la confianza en el sistema. La transparencia, según la OCU, es un derecho básico del consumidor que está siendo vulnerado en muchas de estas campañas de donación en caja.