miércoles, 30 abril 2025

La ‘regla de oro’ para saber si un aguacate está maduro sin tener que apretarlo y dañarlo

No hay fruta que haya conquistado más el recetario moderno de los españoles en los últimos años que el aguacate, así lo dice su presencia en todo tipo de cocinas y mesas. Muchos se las ven y se las desean con este singular fruto, porque acertar con su punto justo de maduración es un asunto que suele dejar en vilo incluso a los más cocinillas y, muchas veces, los trucos clásicos fallan estrepitosamente. Y es que saber si el aguacate está perfecto antes de abrirlo parece cosa de magia, pero hay una sencilla regla, nada secreta, que te asegura el éxito sin necesidad de andar apretando ni jugando a la ruleta rusa con la fruta.

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El truco clave está en el rabito, ese pequeño pedúnculo que corona la parte superior y que, según los expertos y la experiencia, puede revelar con exactitud si el aguacate está listo para triunfar en la ensaladilla, las tostadas o el guacamole de turno. El aguacate es un comodín culinario, pero su textura y sabor dependen en gran medida de dar con el nivel de maduración justo, ya sea en casa o al hacer la compra. Por suerte, retirando el rabito en un sencillo gesto—y sin marcar la piel ni dejar huella—puedes comprobar si su carne luce ese tono verde brillante que confirma que dará la talla en la cocina.

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DESCUBRIENDO EL SECRETO DEL RABITO DEL AGUACATE

Fuente: Freepik

A menudo, la ansiedad por abrir un aguacate lleva a muchos a cometer el error de apretarlo y estropear el fruto antes de tiempo. Con solo fijarse en el rabito del aguacate, que actúa como un pequeño tapón natural, se puede saber en segundos su grado de maduración sin deteriorar la piel ni aplastar la pulpa. Es tan sencillo como intentar retirar ese pedúnculo: si se desprende suavemente y lo que aparece es un verde luminoso y fresco, significa que el aguacate está en su mejor momento.

En cambio, si el rabito opone resistencia y no sale ni a la de tres, es casi seguro que ese aguacate sigue duro como una piedra y que conviene darle más tiempo. Esta regla del rabito del aguacate es infalible, porque la parte que queda bajo el pedúnculo se comporta como un pequeño escaparate de la maduración interna, evitando sorpresas desagradables. Lo mejor es que el gesto no deja marcas ni afecta al aguacate, por lo que sigue luciendo impecable tanto en la frutería como en la mesa.

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