Durante años hemos escuchado que dormir ocho horas diarias es la clave para una buena salud, pero investigaciones recientes empiezan a cuestionar esta creencia. Aunque el sueño es fundamental para el bienestar físico y mental, no siempre la cantidad es sinónimo de calidad. Como profesional de la salud, es importante recalcar que forzar al cuerpo a dormir un número fijo de horas puede alterar sus ritmos naturales, afectar la recuperación celular y, en algunos casos, provocar más cansancio o trastornos del sueño.
El verdadero secreto de un descanso reparador no está únicamente en el tiempo que pasamos en la cama, sino en la calidad del sueño y en respetar las necesidades individuales de cada organismo. Dormir más de lo que el cuerpo necesita puede ser tan perjudicial como dormir poco, y adaptarse a un ritmo propio, basado en las señales que da nuestro cuerpo, es la clave para mantener un equilibrio saludable. Entender esto puede transformar no solo nuestras noches, sino también nuestra salud general.
2Los motivos para no dormir 8 horas, según expertos

Dormir más de ocho horas diarias, lejos de ser beneficioso, puede tener un impacto negativo en la salud mental. Estudios recientes demuestran que extender el sueño más de lo necesario está relacionado con un aumento de los pensamientos negativos, lo que afecta directamente el estado emocional y la estabilidad psicológica. Así como dormir pocas horas debilita el cuerpo y la mente, dormir en exceso también desajusta el equilibrio natural del organismo, alterando el cuerpo a su vez nuestro cerebro.
Además, los expertos advierten que este exceso de sueño se asocia a un mayor riesgo de sufrir trastornos psicológicos, incluida la depresión. Al no respetar las necesidades reales de descanso del cuerpo, se interrumpe el ciclo de reparación neurológica y hormonal, favoreciendo la aparición de desequilibrios emocionales. Mantener una rutina de sueño adecuada, alrededor de 7 horas, es esencial para cuidar tanto la salud física como el bienestar mental.